
El músico Abraham Cupeiro con el cárnix
Un instrumento musical de la Edad de Hierro resurge gracias a 'Gladiator II' tras miles de años desaparecido
Tras miles de años en la sombra, el cárnix se ha puesto de moda por su forma característica y el sonido bélico que evoca
Con el estreno de Gladiator II, el cárnix, instrumento fundamental en la banda sonora de la película, se ha puesto de moda tras miles de años desaparecido. Un resurgimiento gracias entre otros, a Abraham Cupeiro, músico que se ha especializado en la recuperación de instrumentos perdidos en el tiempo, y el uso que les da en la actualidad para crear nuevos sonidos.
Este instrumento, desconocido para la mayoría, se asume hoy como un símbolo de la cultura celta. Una trompeta de guerra que marcaba el ritmo en los enfrentamientos bélicos y las celebraciones de los diversos pueblos indoeuropeos prerromanos pertenecientes a la cultura celta, siempre manteniendo su diseño zoomorfo, con una larga tubería que acaba en una cabeza de animal en la campana, generalmente hecha de bronce.
El nombre cárnix contiene la misma raíz, carn, que el dios celta Cernunnos, al que se le relacionaba con la fertilidad, la regeneración y la abundancia. Además, era el amo de los animales salvajes, cualidad que también se ve representada en el cuerpo del instrumento.
A través de la boca del animal se consigue proyectar el estruendoso sonido, diseñada para intimidar y desmoralizar al enemigo. Pero más allá de intimidaciones, también servía como instrumento estratégico, capaz de proyectar sonidos diferentes y marcar los tempos para avanzar o retroceder en el campo de batalla. Un método de comunicación efectivo en medio del caos propio de un conflicto.Alejado de las guerras, el cárnix ya ha sonado en estadios de fútbol españoles, comúnmente en los norteños. Un ejemplo de ello es el Abanca Balaídos, el campo del Celta de Vigo. Minutos antes del arranque del partido que enfrentó a los vigueses contra el F.C. Barcelona en la primera parte de la temporada, el cárnix, de la mano de Abraham Cupeiro, cobró mucho protagonismo, evocando, desde el medio del campo, el espíritu guerrero que vivieron en Galicia hace miles de años.
El propio Abraham Cupeiro, artista que sorprende por su estilo de música recuperando sonidos del pasado, y que además construye sus propios instrumentos, ha sido el gran impulsor del instrumento en la actualidad en España.
Gracias a los vídeos que sube en sus redes sociales y la visibilidad que da a instrumentos inusuales, tiene un papel importante en la banda sonora de Gladiator II. Aportando su toque gallego, colaboró con el británico Harry Gregson-Williams, encargado de la banda sonora al completo.
El británico se desplazó hasta el estudio de Abraham, en Lugo, para grabar algunos de los sonidos que emiten los instrumentos de otras épocas.