Fundado en 1910
Retrato de Fred Uhlman, 1940, realizado por Kurt Schwitters

Retrato de Fred Uhlman, 1940, realizado por Kurt Schwitters

‘Reencuentro’: Una amistad interrumpida bajo las sombras del nazismo

El abogado, pintor y escritor alemán de origen judío Fred Uhlman (Stuttgart, 1901-Londres, 1985), perseguido por el régimen nazi, abandonó su país para instalarse en marzo de 1933 en París, donde se dedicó a cultivar la pintura. Tras una breve estancia en Tossa de Mar, sede de encuentro de intelectuales y artistas que terminó con con el estallido de la guerra civil española. Se trasladó entonces, junto a su mujer Diana Croft, a Marsella y posteriormente a Londres, donde fundó el Comité de Artistas Refugiados y la Liga Libre para la Cultura. Con setenta años de edad publicó Reencuentro (Reunion), una breve novela de gran belleza y contención de sentimientos. Tras seis años en los que la obra pasó desapercibida por la crítica, la editorial Collins & Harvill la reeditó, acompañada del prólogo de Arthur Koestler que contribuyó a su lanzamiento y, lo que es más importante, a su reconocimiento como «una pequeña obra maestra» que narra con cálido y «nostálgico tono menor» una tragedia humana. No se encontrará el lector ante una novela autobiográfica, a pesar de que el autor vierte en ella algunos recuerdos, como la evocación con delicadísima sutileza del paisaje de las riberas del Neckar y el Rin, la alusión a la elitista escuela de Württemberg a la que asistió el escritor, o el origen judío del protagonista, entre otros.

Reencuentro

trasucido por Eduardo Goligorsky y José Manuel de Prada-Semper.
Tusquets (2024). 224 páginas

Reencuentro y Un alma valerosa

Fred Uhlman

Con prosa dotada de musicalidad y lirismo, Reencuentro retrata uno de los momentos más oscuros y sombríos de la historia occidental y muestra lo rápido que puede retroceder el espíritu humano cuando la sociedad normaliza la discriminación y el racismo. Hans Schwarz, un adolescente alemán que nace en el seno de una familia judía asimilada, se siente atraído por la personalidad de Konradin von Hohenfels, un joven conde que se convierte en compañero de escuela y que suscita en él el deseo de conocerlo: «Ingresó en mi vida en febrero de 1932 y ya no ha salido de ella. Desde entonces ha transcurrido más de un cuarto de siglo, han pasado más de nueve mil día, días inconexos y tediosos, vacíos debido a la sensación del esfuerzo o el trabajo inútiles…, días y años, muchos de ellos tan muertos como las hojas mustias de un árbol seco» (15).

Reencuentro narra la amistad que entablan estos dos muchachos de dieciséis años y la fractura que surge cuando el padre de Hans, un reputado médico de Stuttgart que había sido condecorado con la Cruz de Hierro de Primera Clase por su participación con el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial, supera la pena que siente ante la idea de que su hijo abandone Alemania y que, ante la llegada de Hitler al poder, lo envía a estudiar derecho a la Universidad de Harvard para salvaguardar su futuro. Los acontecimientos políticos los separan, lo que no impedirá que ambos protagonicen un reencuentro.

Doce años después de la muerte del escritor se publica el relato Un alma valerosa (No Coward Soul). Se articula como una carta que Konradin, el cultísimo y mimado hijo de un embajador, escribe desde la prisión de Spandau a un viejo profesor, solicitándole que se la entregue a su único amigo de la adolescencia, que podría encontrase en América. En ella Hohenfels reflexiona sobre su vida desde que ambos se conocieron en el Karl Alexander Gymnasium y rememora la historia de sus antepasados, la educación recibida en el entorno familiar, el odio atávico de su madre (la princesa Milowski) hacia los judíos —le previene contra Hans, como si fuera una enfermedad infecciosa diabólica—, su alistamiento en las filas del ejército alemán, la quema de libros o la derrota alemana en la batalla de Stalingrado frente al Ejército Rojo; al mismo tiempo desvela su unión a los Stauffenberg para participar en el complot contra Hitler y confiesa haber ignorado la existencia de los campos de concentración de Auschwitz y de Belsen. Bajo forma epistolar Un alma valerosa condensa el acto de contrición que expresa el conde entre las sombras de la historia.

A pesar de su brevedad, Uhlman aborda con profundidad una gran pluralidad de temas: la importancia del conocimiento de las raíces, la tradición y la historia y la huella de la educación recibida; el sentimiento de pertenencia a una familia o a un pueblo y el respeto a la identidad personal y a las creencias religiosas; las actitudes ante el otro, que oscilan desde la admiración, la indiferencia o el desprecio hasta la hostilidad o el odio sistémico; la pluralidad de las ideologías y la resolución de los conflictos que brotan de las normas culturales; el aislamiento social, el ostracismo político y las barreras sociales e ideológicas que se imponen con hostilidad a los judíos con el auge del antisemitismo en Alemania durante la década de 1930 y con la normalización y aceptación social de la discriminación y de la violencia, entre otros.

Fred Uhlman escribe unas espléndidas historias que se sitúan en un periodo marcado por el ascenso del nazismo, la creciente persecución de los judíos y el exilio

Con prosa cuidada y tono nostálgico, propicio a la introspección y exploración emocional, Fred Uhlman escribe unas espléndidas historias que se sitúan en un periodo marcado por el ascenso del nazismo, la creciente persecución de los judíos y el exilio. Es el autor de una conmovedora y sutil narrativa sobre la amistad entre dos almas afines que comparten el amor por la poesía, la afición por la lectura y la traición que se deriva de la realidad ideológica y política. Con el trasfondo del alegato antisemita Los protocolos de los sabios de Sión (1902) que justificó los pogromos que sufrieron los judíos en la Rusia zarista, abundan las referencias al legado cultural europeo en el ámbito del arte —la música (Fritz Bush, Beethoven, Wagner y Strauss), la literatura (Homero, Eurípides, Shakespeare, Heine, Byron, Hölderlin, Flaubert, Stendhal, Dostoievski, Tolstói, Proust, Verlaine o Rimbaud)— y del conocimiento —la filosofía (Voltaire, Freud, Oswald Spengler), la psicología (Kretchmar)—, las cuales contribuyen a subrayar el contraste entre la riqueza intelectual y la barbarie del régimen nazi y a enfatizar los dilemas morales que brotan en tiempos de oscuridad.

comentarios
tracking