Muere Jim Gordon, batería de Derek and the Dominos y coautor del clásico 'Layla' de Eric Clapton

El músico Jim Gordon, conocido por ser el batería del grupo de Derek and the Dominos, falleció el pasado 13 de marzo a los 77 años de edad. El artista llevó, como tantos otros músicos de la época, una vida que se balanceaba entre los éxitos musicales y los excesos con las drogas, en su caso la heroína.

Gordon formó parte de la banda de Derek and the Dominos junto a Eric Clapton y fue el coautor de uno de los himnos más emblemáticos del rock, la canción Layla. Jim Gordon se convirtió en uno de los más grandes genios de las batutas, aunque su carrera estuvo truncada por una esquizofrenia no diagnosticada que acabó en tragedia: en 1983 asesinó a su madre de 72 de años.

Gordon nació en California en 1942 y allí forjó su carrera, siendo el punto más álgido de su trayectoria entrar a formar parte de la banda de Eric Clapton, cuya carrera se encontraba en un momento de apabullante creatividad. La banda de Derek and the Dominos consiguió un estilo de blues liberador y mágico, un ritmo que fluía con cada nota y que destilaba clase en cada rasgueo de guitarra. Solamente grabaron un álbum de estudio, pero este disco, Layla and Other Assorted Love Songs (1970), es considerado uno de los mejores de la historia del rock.

La leyenda del grupo trascendió en el tiempo gracias, en gran parte, a Layla, un tema que forma parte de los títulos más emblemáticos del rock. Una canción dedicada en secreto a Pattie Boyd, la mujer de George Harrison, uno de los célebres Beatles, de quien Eric Clapton estaba profundamente enamorado y con la que se veía a escondidas de su gran amigo.

Durante la época de los 60, Gordon fue uno de los bateristas más demandados. Llegó a colaborar con grandes artistas como John Lenon, The Byrds, Alice Cooper o Neil Diamond. Además, participó en la elaboración de obras maestras como el Pet Sounds, de los Beach Boys.

La esquizofrenia y la tragedia

Sin embargo, todo cambió en los 70, cuando una enfermedad mental mal tratada hizo mella en su vida personal y en su carrera. La debacle y la tragedia llegó a principios de los 80: tras varios meses amenazando a su madre, el músico acabó con su vida porque «unas voces» le obligaron a hacerlo. El batería fue diagnosticado de esquizofrenia y fue internado en un centro de salud mental donde pasó 40 años, hasta su reciente muerte.