Países Bajos golea a Rumanía y se confirma como la gran tapada de la Eurocopa

No está siendo una Eurocopa de gran fútbol y a las favoritas les está costando mucho avanzar rondas, aunque están encontrando la manera de hacerlo. Ya solo faltaba Países Bajos por certificar su pase a los cuartos de final y lo ha conseguido con más contundencia que el resto. El juego no fue brillante, pero más que suficiente para derrotar a Rumanía por 0-3 y seguir avanzando en la competición.

Los de Koeman no brillaron, pero su victoria no peligró en ningún momento. No hubo noticias de Rumanía durante el partido y estuvo más cerca una mayor goleada neerlandesa que algún tanto de la Tricolorii para apretar el duelo. Países Bajos jugó a lo que quiso y dejó una imagen de selección seria. Como ya experimentó Francia en la fase de grupos, no va a ser sencillo para nadie tumbar a la Oranje.

Comenzó el partido de manera fea. Un codazo involuntario de Dumfries a Hagi dejó al jugador rumano sangrando. Necesito la asistencia de los médicos y el clásico vendaje para cortar la hemorragia y seguir en el campo. El golpe no fue a mayores y continuó jugando, aunque apenas tuvo protagonismo. Nadie en Rumanía generó peligro, aunque durante los primeros 15 minutos lo intentaron.

Fue su fase más ofensiva y Man casi adelanta a los rumanos con un disparo que se marchó rozando el larguero y desperdiciando la única oportunidad real que tuvieron en todo el partido. Tras ella, el encuentro cambió de dueño y no se volvió a saber nada más de la selección de Edward Iordănescu, de la que se esperaba mucho más después de los visto en fase de grupos.

Encontró el gol Países Bajos nada más comenzar a dominar el choque. Una tremenda jugada en solitario de Gakpo, que hizo lo que quiso con la zaga rumana, la culminó con un latigazo raso que tocó Mita, pero que no pudo evitar que se metiera para dentro. Normal, el chut salió a 122 km/h de las botas del atacante del Liverpool. 1-0 para la Oranje y el inicio de un monólogo que jamás encontró respuesta.

Los 25 minutos que le quedaban a la primera mitad se le hicieron un mundo a Rumanía. Se sucedían y se sucedían las ocasiones para los de Koeman. Primero Van Dijk tuvo el 2-0 en su cabeza, luego Dragusin le quitó a Memphis una bola que solo tenía que empujar y por último Xavi Simons perdonó un gol que muchos aficionados ya cantaban.

Vivos al descanso

Llegó con vida Rumanía al segundo acto aunque de poco les sirvió. Salieron sin ningún tipo de garra del descanso y bastante aguantaron solo 1-0 abajo. Países Bajos hizo constantes méritos para golear, pero les faltó estar acertados en la finalización. Memphis volvió a perdonar un gol cantado, Van Dijk se chocó con el poste y Gakpo con Mita.

Precisamente este último anotó el 2-0, pero la tecnología se encargó de anularlo. Evitó el doblete del jugador del Liverpool, que fue una pesadilla constante para la defensa rumana. No le importó a los neerlandeses y siguieron con todo a por el tanto de la tranquilidad, que lo volvió a acariciar Memphis, también lo tuvo Veerman y al fin, en el minuto 83, lo metió Malen. Lo merecían los de Koeman.

Tenía ganas de más Países Bajos, consciente de que Rumanía ya se había dado por vencida, y buscó hurgar en la herida. Siguieron rondando el gol y lo hicieron en el 93, otra vez por medio de Malen, después de una gran contra que comandó el propio delantero neerlandés y definió con autoridad duro abajo.

Al fin, la selección de Koeman tuvo el gran partido que buscaban y meten miedo a sus rivales. Todavía tiene cosas por pulir, especialmente en ataque, pues su falta de puntería hoy les podía haber salido caro. De todos modos, cumplieron con nota en el partido y tienen un cuadro que les da derecho a soñar en grande.