La desesperación de Hamilton en su primera carrera en Ferrari: «Déjame, por favor»

El debut de Lewis Hamilton con Ferrari no salió como el heptacampeón mundial de F1 había soñado el día en el que firmó su nuevo contrato con la escudería italiana. El piloto británico cruzó la línea de meta en una decepcionante décima posición y tuvo bastantes problemas para adaptarse al SF25.

El de Hamilton fue el segundo peor debut de un piloto de Ferrari en lo que va de siglo XXI y al acabar el GP de Australia, el británico aseguró que había tenido una carrera realmente complicada: «A veces está bien sentirme fuera de mi zona de confort, pero hoy definitivamente no me sentía así, sino todo lo contrario».

El heptacampeón mundial tuvo problemas con su coche a lo largo de todo el fin de semana, pero todo se acentuó mucho más en la carrera del domingo: «He sufrido muchos contratiempos, con la frenada y estabilidad trasera. El equilibrio del coche era muy, muy complicado».

Al inglés se le vio tensionado a lo largo del fin de semana y su ingeniero de pista, el italiano Riccardo Adami, lo pudo comprobar de primera mano. Las conversaciones por radio entre Lewis y el ingeniero fueron bastante tensas, ya que el británico estaba descontento con las informaciones relativas a la meteorología que le estaba ofreciendo Adami.

«Decían que iba a llover sólo una vuelta, que iba a ser una lluvia muy corta, así que mantuve la calma en pista y conseguí el liderato cuando todos entraron a cambiar neumáticos. Aguanté tanto como pude. La información no fue la adecuada, así que creo que perdimos la oportunidad. Ha sido una pena», comentó Hamilton.

Pero, sin duda alguna, el momento más tenso de Hamilton con Adami se produjo cuando el ingeniero le pidió que activara el DRS para intentar ganar posiciones en carrera. «Por favor, abre el DRS después de cambiar de marcha». Y el británico le respondió tajantemente: «Déjame, por favor. Déjame hacerlo».

En definitiva, Hamilton vivió una primera carrera con Ferrari de lo más decepcionante. «Fue mucho peor de lo que pensaba. El coche era muy, muy difícil de conducir hoy. Doy las gracias de haber impedido que acabase contra el muro porque se quería ir hacia él la mayoría del tiempo».