La Tortuga salió del caparazón

El partido estaba como estaba, o sea 0-0, y el cachondo de Pellegrini puso a Vitor Roque. Muchos en el Bernabéu pensaron seguro: en este momento barcelonista que vivimos en la Liga, este va y marca. Y se monta un escándalo.

Pasó que marcó Mbappé y por dos veces. La Tortuga salió del caparazón, sí. Entre otras cosas ha venido para ser Pichichi y Lewandowski le tenía 4-0. Esto es más normal. ¿Roque? Cuando salió las piernas del Betis se batían en retirada. El buen Betis duró poco más de una hora. Veremos.

Normalito también el partido del Madrid. Mejoró en el segundo tiempo, no fue casualidad que entonces llegaran los goles. Nota final, aprobado. Cerca de su nivel está Valverde. Kylian agitó el marcador, pero el mejor fue él. El resto anduvo espeso, esta vez con Ceballos titular: más de lo mismo. La espesura. El árbitro, otro espeso también por cierto.

Seguimos viendo un Madrid poco lúcido y, por tanto, poco lucido. Una persona, animal o cosa lúcida es clara en su razonamiento, expresiones, en el estilo. En lo que nos ocupa, en el fútbol. Y de momento, lucidez y Real Madrid no acaban de encontrarse.

Llegará con el tiempo, claro. El propio Ancelotti admite que están lejos de su mejor versión. Ya se sabe que para resolver un problema lo primero es saber que existe. Y el Madrid lo sabe. Perfectamente.

Sin duda que esperar un cambo radical en cuatro días desde 'lo' de Las Palmas no era razonable. La piedra que arrastra en cabeza y piernas necesita su tiempo. Sí es verdad que defensivamente estuvo más entonado. Todo eso más allá de Kroos, no caigamos en esa trampa: se fue y no volverá. Sí lo harán Bellingham y Camavinga. Pues eso. Ah. No jugó Güler: eso tampoco lo entiendo.

El otro problema del Madrid es que los demás no esperan y ahí están ya Barça, sobre todo, y Atleti explicándole lo que hay. Necesidad de puntuar sin entrar en detalles. El primer parón, tan absurdo como lo será el segundo, no podía pillarle al campeón a siete puntos de la cabeza.

Más que nada por el que dirán pues en esa casa lo que de verdad excita en la Copa de Europa. Pero no es cosa de tirar la toalla doméstica antes del Pilar. Ganó el Madrid. Ahora mismo, lo que necesitaba. También Kylian, claro. La cuenta se abrió por fin.