Así, así. Capítulo 189 millones del Madrid
Esta vez Vinicius vio la roja en Mestalla. Se la sacó la televisión, el realizador, jura RealmadridTV que son todos culés
Este Real y Laporta tienen al menos una cosa en común. Al presidente del Barça le gusta vivir en el alambre. Al Madrid, también. Al penúltimo de la Liga, la primera parte pareció el tercero, le ganó en el alargue, con un penalti fallado, con diez y balonazo de Rioja al larguero en la última del partido. El ¡ay, ay, ay! químicamente puro. De vez en cuando Laporta y el Madrid se la pegan. Esta vez pareció que iban a ser los dos.
Si Laporta se sale con la suya e inscribe a Olmo, puede que sí dimita: para convocar elecciones y ganarlas. Que así son en aquella casa que es la suya. Los blancos también son un tentetieso. Güevos tienen, no se puede discutir. No debería abusar, creo. Su primer tiempo fue de esos en plan ya veremos. Encajó y se obligó a remar un partido que si atendemos a lo visto tras el 1-0 -el siguiente tiro serio del Valencia fue el comentado de Rioja, minuto 100- no debió obligarle a tamaño sufrimiento.
Esta vez Vinicius vio la roja en Mestalla. Se la sacó la televisión, el realizador, jura RealmadridTV que son todos culés… Pero sí, el señor del VAR, un jovencito, otro inútil de la fábrica, apeló a una toma área. Y el de abajo, picó. Cómico, pero no nuevo. El VAR no es esto, capítulo cien millones. Es un desastre. El fútbol no merece esto.
Desastre iba a ser para el Madrid desaprovechar la ocasión para ponerse líder y meterle cinco puntos al Barça. Y lo hizo a su estilo, ¡así, así! con todo cuesta arriba. No una cuesta tipo la de San Vicente, una cuesta Everest. Valencia, puntería rara, Jude al palo el penalti, orsay de uña para anular el golazo de Mbappé, arbitraje lamentable, expulsión de Vinicius… Que pidió perdón telefónico desde el vestuario, vale, y le dio las gracias al equipo. Ya, ya…
Pues fue y empató con diez, Modric y Jude. Pues fíjense, uno de sus goles más importantes desde que llegó el croata para tapar vergüenzas se leyó en Barcelona. Un triunfo que le permite despejar nubarrones, que los hubiera habido en caso de derrota.
Porque no toquemos la flauta: fiable, lo que se dice fiable, la máquina de hace un año no lo es. Sigue siendo el Madrid, claro. Me recuerda al señor Julián, un amigo de mi padre: de cada diez boletos de lotería que compraba, ocho sacaba algo. Pedreas y demás. Pero perder, lo que se dice perder, lo hacía muy poco.
Tipo de un sentido del humor extraordinario, cuando vio que iba a dejar este mundo pidió que llamáramos a Loterías: decidles que les dejo en paz. El Madrid, la verdad es que también atormenta. Minuto 85, 1-0 con diez: 1-1. Minuto 95, primer error defensivo del Valencia, 1-2. ¡Ay, el muerto! A quien corresponda: mi mas sentido pésame.