
Carlos Alcaraz, en el Masters 1000 de Miami
La caída en picado de Carlos Alcaraz que ni él mismo se explica: «No sé qué decir»
El tenista murciano se marcha de la gira por Estados Unidos con muy malas sensaciones y sin comprender qué falla en su juego
Alcaraz se estrella ante un gran Goffin y se despide del Masters 1000 de Miami a las primeras de cambio
Cuesta entender lo que le ha ocurrido a Carlos Alcaraz. El murciano empezó el año con dudas, con una derrota en los cuartos de final del Open de Australia ante un mermado Novak Djokovic. Perder ante el serbio puede pasar, pero la sensación que dejó es de que se le escapó un partido que tuvo en su mano. Fue el primer golpe de un 2025 que por el momento está siendo duro.
Resulta además que la eliminación del torneo que se disputa en Melbourne dejó a Alcaraz sin su gran objetivo del año. El joven de El Palmar dijo por activa y por pasiva que su gran reto del curso era levantar el major australiano, que es el único que le falta en su palmarés. Un torneo que, de haber ganado, habría hecho que se convirtiese en el más joven en conquistar el Carrer Grand Slam. Todavía tiene tres oportunidad para superar a Rafa Nadal, que lo hizo a los 24 años.
Se repuso de ese varapalo y ganó en el ATP 500 de Róterdam. Fue su primer título en pista rápida cubierta y parecía que podía ser el punto de inflexión. El triunfo que tanto necesitaba desde que perdiese la final de los Juegos Olímpicos de París 2024, una derrota de la que todavía no se ha recuperado. Ganar en Róterdam le sentó bien, pero la alegría duró poco y en Doha, dos semanas después, cayó en un partido que tenía ganado.
Aun así, Alcaraz siguió con mentalidad positiva y llegó a su torneo favorito. «¿Me tengo que comprar una casa aquí?», firmó a la cámara tras encadenar su decimosexta victoria seguida en el desierto californiano. Le salió cara la broma porque el siguiente duelo lo perdió y se despidió de ganar la corona por tercera vez. Una derrota que le ha dejado helado, pues estaba desplegando su mejor tenis y ni por esas. Algo está fallando en el manual de Carlos Alcaraz.Sin explicación a la crisis
«Venía sintiéndome muy bien, pero después de esta derrota ya no sé qué decir», comentó el murciano tras caer ante el belga David Goffin en su estreno en el torneo de Miami. «Esta primera parte de la temporada… ya había dicho que me sentía jugando un buen tenis», indicó el tenista que no tiene del todo claro cómo le deja esta derrota en tres mangas tras haber ganado el torneo de Róterdam, ser semifinalista en Indian Wells y cuartofinalista en Australia y Doha.
«No sé si en los próximos días voy a analizar o a intentar olvidar. Ya veremos», dijo Alcaraz, quien reconoció que anímicamente estaba «jodido» por esta derrota porque este es un torneo en el que siempre quiere «hacerlo muy bien y perder en el primer partido duele».

Carlos Alcaraz, en el Masters 1000 de Miami
El español también reconoció su mal partido. «Es verdad que yo no he jugado bien y mi nivel ha sido pobre, pero hay que darle crédito a David. Creo que es un tenis que parece que no, pero cuesta. Cuesta enfrentarlo. Ha estado muy sólido desde el principio hasta el final. Yo pensé que su nivel iba a bajar un poquito, pero como yo no le he metido presión, creo que se ha mantenido con confianza todo el rato, y no ha bajado», explicó.
Todo esto tiene una difícil explicación. Por tenis, con permiso del sancionado Jannik Sinner, Alcaraz es el mejor del circuito. El más completo y quien mejores condiciones tiene para lograr cada reto que se proponga. Su problema es que algo está fallando y no es capaz de detectar el qué. Los torneos pasan y no llega uno en el que se reivindique. Ahora llega la gira de tierra, donde en teoría debería salir beneficiado por su tipo de juego. Es el momento idóneo para recuperar sensaciones y volver a sentirse invencible. Próxima parada: Montecarlo.