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Análisis económicoJosé Ramón Riera

Las exportaciones de la Unión Europea se desplomaron en junio: 29.200 millones menos

Si en el mundo no hay crisis económica, la única razón para exportar menos es que nuestros productos cada vez son más caros y menos competitivos

Actualizada 04:30

Lo venía pronosticando en mi dos últimos artículos, uno sobre las horas trabajadas por trabajador que había caído un 0,21 % en el año 2023 y un 1,8 % desde el 2015, y el segundo que los costes laborales habían subido un 6,6 % en el 2023, mucho más que la inflación y un 20,4 % desde el 2015.

¿Cuáles son las consecuencias que tienen estas dos variables tan importantes para la productividad y la competitividad de la producción europea?

La respuesta es muy sencilla: el incremento de los costes y, por lo tanto, una subida muy importante en el precio de los productos o una caída de los beneficios empresariales.

Normalmente suelen producirse las dos a la vez. Como no es posible trasladar la bajada de la productividad por hora trabajada y la subida de los costes laborales, todo simultáneamente, las empresas suben todo lo que pueden y a la vez tratan de ajustar sus gastos, pero no se produce todo en el mismo momento, pero lo consecuencia final es la misma, terminan vendiendo menos y ganando menos por unidad vendida.

Todo esto conlleva mes a mes, trimestre a trimestre una caída directa de la rentabilidad empresarial, que antes o después lo que producirá es una reducción del empleo, por la propia inercia de la actividad empresarial.

En aquellos sitios donde más hayan subido los costes, se producirá menos y se prescindirá a medio y largo plazo de más fuerza laboral, y en aquellos sitios donde más haya caído la productividad sucederá lo mismo. Por lo tanto, todas estas alegrías de hoy, trabajar menos y cobrar más, serán lágrimas en un futuro, cada vez menos lejano.

Y digo menos lejano, porque Eurostat acaba de publicar los datos de exportaciones del mes de junio y los resultados no pueden ser más desesperanzadores y van en la línea de lo que estoy comentando.

Las exportaciones de la UE a todos los países del mundo han caído un 8,0 % sobre el mes de junio de 2023 que equivale a exportar 29.198 millones menos en un solo mes.

En el mes de junio del año pasado la cifra de exportaciones fue de 364.307 millones y este año ha bajado hasta los 334.839 millones, lo cual empieza a darme la razón en todo lo que estoy escribiendo.

Hay una cosa muy clara, en el mundo no hay crisis alguna, no estamos en el momento más brillante de la economía mundial, pero Estados Unidos sigue creciendo, los chinos, a pesar de tener problemas, siguen creciendo, los BRICS (Brasil Rusia, India, China y Sudáfrica) crecen, los países sudamericanos también, los asiáticos no paran.

Si en el mundo no hay crisis económica, la única razón para exportar menos es que nuestros productos cada vez son más caros y menos competitivos.

Para que lo veamos más claro he preparado la siguiente tabla:

Entre los 10 países a los que hemos exportado más en junio de 2024, tenemos a 9 en rojo, es decir, que les hemos vendido menos que hace 12 meses y sólo tenemos a Estados Unidos al que le hemos vendido un 1,9 % más que el mismo mes del año pasado.

Sorprende mucho la bajada de exportaciones a Reino Unido, que es el segundo comprador más importante del mundo de los productos de la UE, con un 7,6 % menos. Pero llaman mucho la atención Japón, con una caída del 13,1 %, y Turquía, que a efectos económicos es uno de nuestros importantes clientes y que cae en un 12,9 %.

Si lo miramos por regiones, la que más cae es África a la que en junio del 2023 le vendimos 15.102 millones y este año lo hacemos en 2.372 millones menos y bajamos en un 15,7 % nuestras exportaciones.

A Asia, que como región es la segunda a la que más vendemos, le hemos dejado de exportar 5.505 millones en un solo mes y América, a la que hemos vendido 62.383 millones, baja en un 0,9 %.

Que Bruselas, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo tienen una enorme responsabilidad sobre lo que está pasando es absolutamente cierto, pero que los gobernantes de cada país al tragarse todo lo que ha llegado de ahí sin protestar, es más aplaudiendo hasta con las orejas, son también los culpables.

Llevo diciendo mucho tiempo que nos jugamos en estos 5 años próximos, el ser o no ser una de las regiones más influyentes del mundo, pero para ello tenemos que empezar a cambiar a la voz de ya, todo lo que hemos hecho mal.

Lo primero de todo es cancelar el pacto verde, tal y como está definido en estos momentos, y poner la máquina de producir otra vez lo más competitiva posible.

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