Sordo prevé una tramitación «complicada» de la reducción de jornada laboral
Rechaza que pueda haber «un apocalipsis económico» y considera que se tiene «más miedo al control efectivo del tiempo de trabajo»
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, prevé una tramitación complicada de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, pero cree que es «perfectamente posible que vea la luz» y que se aplique «a todo el mundo» a partir de 2026. Además, rechaza que pueda haber «un apocalipsis económico» por ello, y considera que, «en parte del mundo económico» se tiene «más miedo al control efectivo del tiempo de trabajo».
En una entrevista concedida a Herri Irratia-Radio Popular, Sordo ha destacado la importancia del acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Trabajo con los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, para reducir la jornada laboral máxima a las 37 horas y media a la semana a lo largo de 2025, y que ha sido rechazado por la patronal.
El líder de Comisiones Obreras ha asegurado que han firmado este acuerdo con el Ejecutivo y no con Sumar. A su juicio, se vive un tiempo de «mucha disputa de narrativas», y ha señalado que algunas polémicas existentes en torno a este pacto alcanzado le dejan «frío».
Por ello, ha dicho que se trata de que, «a partir de 2026 todo el mundo tenga como jornada legal máxima de trabajo las 37,5 horas semanales». «Lo importante es si esto ve la luz y si mejora las condiciones de trabajo de millones de personas», ha manifestado.
Unai Sordo ha explicado que a él lo único que realmente le importa es «cómo afecta a las trabajadoras a tiempo parcial, cómo impedir que haya ningún tipo de absorción salarial para compensar esa reducción de la jornada de trabajo, y hasta qué punto la reducción de jornada contribuye a la generación de nuevos empleos, en un país que todavía tiene una tasa de paro por encima del 10 % o del 11 %».
A la espera de ver si concita una mayoría parlamentaria suficiente, ha recordado que CCOO y UGT están hablando con los partidos políticos. De momento, ya se han reunido con PNV, EH Bildu, Sumar, el PSOE o Junts, y lo harán con ERC y esperan hacerlo también con UPN. «Nuestra intención es tratar de convencer al conjunto de los grupos de las bondades de la medida», ha indicado.
A su entender, la impresión de los contactos hasta ahora «es buena», incluso con Junts, «que puede ser el partido que aparentemente puede tirar abajo esta reforma», ya que les han trasladado que «no tienen posición tomada en este sentido, que no tienen una posición en contra, que lo quieren evaluar y que quieren ver cómo afecta a las pymes, y cómo se traduce o cómo se aborda en el trámite parlamentario».
«Tengo claro que todo el mundo va a querer enmendar según qué cuestiones. Por tanto, yo creo que el partido (Junts) está abierto y que es perfectamente posible que esta medida vea la luz, porque es muy valorada por la ciudadanía», ha remarcado.
Sordo ha considerado que «a cualquier persona, sea más de izquierdas, más de centro, más de derechas, en principio le suena bien que, sin tocar los salarios, se reduzca la jornada laboral, y a todo el mundo le suena bien que la jornada de trabajo por ley no puede ser en el 2024 la misma que en el año 1983».
«No hace falta ser un genio de la economía para pensar que es razonable que, con todo lo que ha cambiado la empresa, el país, la economía, se reduzca el tiempo de trabajo 41 años después», ha manifestado.