La tormenta perfecta para la Unión Europea
Una defensa potente SI, pero propia, no dependiente, como siempre, de un tercero. Invertir SI, gastar NO. Y negociar, negociar, negociar y negociar
Christine Lagarde anunció el pasado día 20 de marzo que la política comercial que se está aprobando en los Estados Unidos, con aranceles a los productos y que entrarán en vigor en el mes de abril, podría reducir el crecimiento del PIB de la eurozona en aproximadamente 0,3 puntos porcentuales durante el primer año. Además, si la Unión Europea respondiera con medidas similares, la disminución del crecimiento podría alcanzar hasta 0,5 puntos porcentuales.
Lagarde también advirtió que estas medidas podrían provocar un aumento de la inflación en la eurozona, estimando un incremento de alrededor de 0,5 puntos porcentuales en el corto plazo.
Así que, oficialmente, ya tenemos las primeras estimaciones que una organización poco alarmista, acaba de colocar encima de la mesa y parece que la reacción por parte de Bruselas, según CNN, es retrasar la puesta en marcha de los aranceles a productos estadounidenses, incluido el bourbon, para establecer unas negociaciones.
Yo hoy me voy a permitir hacer mis propias estimaciones, con los datos que poseo y que ya expliqué el pasado día 19 de marzo en este mismo diario: En el juego de póker de Trump la UE se juega más de 530.000 millones. A los Estados Unidos le compramos 330.000 millones, de los cuales 54.000 millones son petróleo y sus derivados y 231.000 millones son productos manufacturados, y le exportamos 532.000 millones, de los cuales 482.000 millones son productos manufacturados y que en 2024 le generamos un déficit de 198.000 millones.
Hoy les voy a mostrar lo que ha pasado en el mes de enero y vamos a ver que Estados Unidos, de nuevo, es el país con el que mayor superávit tenemos en nuestra balanza comercial. En enero supone el 87 % de todo nuestro superávit y que nuestro problema no está en Estados Unidos, son ellos los que tienen un problema con nosotros.
Veamos que ha pasado en enero y les digo lo que nos puede pasar en el PIB en 2025:
Vemos en el cuadro que nuestro superávit comercial, se ha reducido como región ligeramente, en 587 millones que equivale a bajar un 3,1 % y todo ello a pesar de que en enero, el déficit que le hemos generado a Estados Unidos ha subido un 36,1 % y a los británicos un 5,3 %. Pero como podemos observar, nuestro verdadero problema se llama China, que nos generó un déficit en enero del 2024 de 20.583 millones y este año ha subido un 46 % y ha llegado a 30.061 millones.
Cualquier observador independiente viendo estas cifras se pondría a negociar, claramente, con China, para tratar de que nos compre más o de poner límites al déficit comercial y simultáneamente tratar de mimar lo máximo posible al cliente número uno en ventas de la Unión Europea.
Todos sabemos en nuestro país que nuestro Presidente adora a Xi Jinping y odia a muerte a Trump y, por lo tanto, ya sabemos la posición que tiene la cuarta economía de la UE.
Ahora, por un momento, supongamos que debido a nuestra incapacidad de negociación no llegamos a un acuerdo comercial con Estados Unidos y que entramos en una guerra comercial. Lo que seguro va a pasar es que nuestra balanza comercial puede sufrir fácilmente una reducción de 50.000 millones por culpa de los aranceles y que eso supondría una bajada del 0,3 % del PIB nominal de la UE.
Pero aparentemente, según nos hacen creer, estamos ante un riesgo tremendo con Rusia y necesitamos armarnos para evitar que Rusia nos invada.
Como no tenemos industria armamentística, o la que tenemos es completamente insuficiente para armarnos, no nos queda otro remedio que comprar, al menos la mitad de los 200.000 millones, a las empresas de los Estados Unidos, auténticos fabricantes de armamento de último nivel.
Eso supondría, por mucho invento contable que quiera la Comisión Europea, que nuestro superávit con Estados unidos se reduciría en otros 100.000 millones. Lo que produciría en total una bajada del PIB Nominal de un 1 %.
Sabemos que en 2024 el PIB Nominal de la UE creció un 4,1 % y el PIB Real un 1 % y si proyectamos un incremento del PIB Nominal para 2025 del 4 %, pero le restamos esos 150.000 millones la subida del PIB con la inflación se quedaría en 3 % y si la inflación se dispara un 0,5 % y se queda en un 3 %, el crecimiento real de la economía sería de 0 % o muy cerca.
Ojo que los efectos reales que puede tener para la economía europea pueden ser muy preocupantes: parón económico, subidón el gasto público para comprar armamento, déficits reales desbocados y la deuda por las nubes.
Me da que nos estamos metiendo solos en la tormenta perfecta, dirigidos por los más tontos de la escuela, que no entienden que es necesaria una negociación y que acongojar a la población con una guerra mundial en la Unión Europea, provocada por Rusia, me parece al menos muy fuerte cuando todavía no se ha cerrado la guerra de Ucrania y para Rusia, volver a vender gas a la Unión Europea sería una tabla de salvación para su economía muy tocada con la inflación generada por la guerra.
Una defensa potente SI, pero propia, no dependiente, como siempre, de un tercero. Invertir SI, gastar NO. Y negociar, negociar, negociar y negociar.