En directo | Feijóo, a Sánchez: «Amnistía, ¿sí o no?»
El presidente del Partido Popular llega al Congreso de los Diputados sin el apoyo suficiente para sustituir a Pedro Sánchez como inquilino de la Moncloa
Armengol levanta la sesión
A vueltas con la independencia
Rufián vuelve al castellano
«Amnistía, ¿sí o no?»
Feijóo replica con argumentos económicos a los independentistas
Podemos no se espera al fin del debate para criticar a Díaz
El partido de Puigdemont deja las cosas claras
La «espantada cutre de Sánchez»
Rufián usa el comodín del franquismo
Nuevo desplante de Díaz a Podemos
Tono bronco y «machirulo»
Feijóo ironiza sobre que Sumar le llame «perdedor»
Sumar saca a relucir a Jenni Hermoso pero calla sobre el 'sí es sí'
La investidura de Feijóo y la réplica de Puente, 'A Debate'
Díaz delega en su portavoz
La treta socialista con Puente
Perfil urgente de Óscar Puente
El agradecimiento de Feijóo a Abascal
Las razones del 'sí' de Abascal
Ayuso, sobre Sánchez: comienza «destruyendo el Congreso»
Las acusaciones de Abascal a Puente
«Óscar Torrente»
Abascal le recuerda a Feijóo quién es es el «enemigo»
Las palabras de Feijóo
Juanma Moreno, orgulloso de Feijóo
Puente, el encargado de reventar el debate
El 'traje' de Feijóo a Puente
El partidismo de Armengol
Abascal confirma su 'sí' a la investidura
Críticas a los pactos con Vox
Las risas del presidente en funciones
Gritos de «¡cobarde!» a Sánchez
Puente insiste en vaticinar el final de Feijóo
«Me debo a los españoles y no a diputados como usted»
Feijóo ironiza con los ocho debates que pedía Sánchez en campaña
El PP sobre la ausencia de Sánchez: ha «cruzado un límite que no tiene precedentes»
Puente saca a la palestra a Marcial Dorado
«En su partido llevan un mes preparándole el finiquito»
«El PSOE del pueblo»
La estrategia del PSOE con Puente
Sánchez, que desprecia a Feijóo, sí respondió a Tamames
Puente avisa a Feijóo sobre su futuro en el PP
Sánchez ningunea a Feijóo y saca a la tribuna a Óscar Puente
La sesión se reanuda en media hora
«Entre el Dr. Jekyll y Mr. Hyde»
Ibarra ha comparado la comparecencia del candidato del PP con un discurso propio del «Dr. Jekyll y Mr. Hyde» haciendo referencia a los distintos tonos usados por Feijóo.
Un «viaje a ninguna parte», según Sumar
En los mismos términos se ha pronunciado la portavoz En Comú Podem en el Congreso, Aina Vidal, quien ha acusado al líder del PP de «convertir la mentira en un canal de comunicación». «Es un presidente que jamás va a serlo (…) El viernes empezará la investidura que sí va a nacer», ha añadido Vidal en los pasillos del Congreso ante el previsible fracaso de Núñez Feijóo.
Patxi López: «Ha evidenciado el vacío absoluto que hay en Feijóo y en el PP»
Según el portavoz socialista, el dirigente popular ha convertido su debate de investidura en «una moción de censura» y se ha limitado a arremeter contra Sánchez cuando aún no es candidato. También le ha acusado de «mentir» por decir que tenía los votos necesarios para ser presidente, pero que ha renunciado a ellos al no poder aceptar las exigencias de partidos como Junts. «Es falso. Ha recogido los frutos que ha sembrado en los últimos años», le ha reprochado.
La opacidad de los fondos europeos
Pepa Millán: «Es tiempo de firmeza y patriotismo»
El discurso de Feijóo, en 10 frases
Las cuentas de Feijóo
La opinión de El Debate
La crónica política
Feijóo acaba resaltando los valores de España
Feijóo tiende la mano a Cataluña por sus «esfuerzos fiscales»
«Su actitud nunca cambiará la mía. Ni sus desprecios», le espeta a Sánchez
La renovación del CGPJ
Te lo cuenta en esta pieza María Jamardo:
«Soy un presidente de fiar»
Las claves de su programa educativo
Razones económicas
«Nada se podrá mejorar sin una mitad de España»
Agradecimiento a Vox
«Tengo a mi alcance los votos para ser presidente»
«La Transición es lo mejor que hemos hecho»
Defensa del Rey
«Fuera de la Constitución no hay democracia»
Feijóo toma la palabra
Arranca la sesión
Feijóo y Sánchez ya están el la Cámara
Llegan los grupos en tromba
Vara, en el Congreso
«Deslealtad constitucional»
Una victoria moral
Euskera, sí, pero no mucho
El PSOE juega al despiste
El Debate, en el Congreso
Así será la sesión
El último grupo en intervenir será el del PP y, acto seguido, el líder gallego les podrá responder uno por uno o de forma agrupada. Después, los grupos volverán a hablar, pero esta vez dispondrán de tan solo diez minutos. Una vez que acaben, Armengol citará a los parlamentarios el miércoles, cuando se celebre la segunda sesión de investidura, en la que se realizará una primera votación, pero esto ya se lo contaremos largo y tendido mañana. Si quiere conocer algunos de los entresijos de este procedimiento, puede descubrirlos aquí, de la mano del redactor de El Debate Ramiro Fernández-Chillón:
La oportunidad de Feijóo
A Feijóo le ha faltado recordar que los constituyentes votaron en contra de las dos enmiendas de Morodo y Llorens que proponían que la amnistía pudiera ser decidida por una ley en el Parlamento y así se señala en la ponencia y en las Actas de la Comisión Constitucional. Por eso no figura en la Constitución. Es importante porque es la vía que anuncian el PSOE y sus socios.
El error de Sánchez de poner a un segundón en su lugar es histórico. Queda claro que se esconde, que desprecia al Parlamento y que no tiene manera de explicar ni justificar lo que está negociando y dispuesto a comprometer.
Tras las palabras de Feijóo, Sánchez queda hecho un guiñapo. Le da igual: tiene –o cree tener– los votos de un delincuente que va a hacerlo presidente. Es lo único que importa, que le importa.
La barrida a las gallegas de Sumar por parte de Feijóo ha sido apoteósica, de ganador a perdedoras. Yolanda, escondida tras sus ondas al agua, ha lamentado hoy en su escaño no haber tomado el cohete de los ricos y haber desaparecido. Ahora el comunista Enrique Santiago llama machirulo a Feijóo y sale en defensa de Marta Lois. Nunca las mujeres habían sido tratadas como seres débiles como lo ha hecho este Gobierno. El comunista defiende ahora la amnistía, es decir, la desigualdad entre españoles. Puro progresismo.
Está bien que Feijóo recuerde todas las derrotas electorales de aquellos que, sobre el papel, le van a privar de ser presidente, pero es justamente el melón que ha querido abrir Óscar Puente. Con todo el respeto, Feijóo no está para evaluar ni a Compromís ni a Más Madrid. Debería estar por encima de eso y seguir interpelando a Sánchez sobre la amnistía, para que no salga ileso tras su espantada.
La portavoz de Sumar, en un alarde de originalidad, culpa a Feijóo de que en la foto que ilustra su proyecto de país (la de los Pactos de la Moncloa) no haya una sola mujer. Estamos ante un partido absolutamente infantil. Primero: qué culpa tendrá Feijóo de que en 1977 no hubiera cuotas. Y segundo: el ministerio de Igualdad está lleno de mujeres y a la vista está que no ha sido garantía de buena praxis...
Feijóo ha tocado una cuestión palpitante: si la derecha no hubiese concurrido dividida, «hoy tendríamos 190 escaños». Un tema digno de una pensada.
Abascal está señalando bien la traición del PSOE con los separatistas. En cuanto a la puyas al PP que ha lanzado, cada momento tiene su afán y no era el día. A la derecha le convendría ir aprendiendo que cada vez que anda a bofetadas entre ella le hace un favor a Sánchez.
Un cobarde en toda la extensión. Un presidente en funciones cobarde que teme efectivamente a Feijoo. Y que se esconde para no responder de sus infamias e indignidades.
Ya sacó Óscar Puente el franquismo y la noche de los tiempos. Lo que sea, menos hablar del proyecto de Feijóo y del presente del PSOE. La peor demagogia de la historia de nuestra democracia.
Elegir a Óscar Puente es una declaración de intenciones. De las malas intenciones de Sánchez. Quiere contestar a un enemigo imaginario para no tener que explicar sus tropelías.
Que Sánchez no hable o delegue la respuesta a Feijóo en un segundón es lo que parece: un acto de chulería acorde a la psique del personaje.
Óscar Puente es el Torrente del parlamentarismo. Se trata de convertir el debate en una bufonada.
Patxi López ha dicho como balance del gran discurso de Feijóo que su discurso era de moción de censura. Y para mantener la tónica, el discurso de Óscar Puente es de moción de censura también. Y ajeno a la propuesta de programa electoral presentada por Feijóo. La seriedad de la institución que es el Congreso de los Diputados se ha malbaratado con una intervención que intenta borrar todo lo sucedido por la mañana. Un discurso de basura para borrar todo lo que propuso Núñez Feijóo dos horas antes.
Como decía en mi columna de hoy, era más que probable que Sánchez no respondiese a Feijóo. Después del discurso de Estado de Núñez Feijóo la posibilidad era ninguna. No hay mejor síntoma de la victoria de Núñez Feijóo en este debate.
Si Sánchez respeta algo a los ciudadanos, al Parlamento y a la democracia, no puede responder al discurso preciso de Feijóo con consignas y desprecios. Tiene la obligación institucional de explicar cuál es su plan exacto para lograr el apoyo de un prófugo de la Justicia.
Que Patxi López hable de «vacío absoluto» acerca de alguien (Feijóo o cualquier otro habitante adulto del planeta Tierra) tiene un muy regocijante aire de pleonasmo.
El mejor discurso que se ha oído en el Parlamento en los últimos. Rotundo, serio y cubriendo todos los flancos. Las caras largas que se vieron en el banco azul son la prueba de su eficacia.
Es interesante ver las primeras reacciones de Puigdemont. Y ha dicho que no se siente concernido por los pactos de Sánchez con ERC. Ojo, que él sube la apuesta y eso le pone difícil al PSOE ceder sin retratarse de manera bochornosa.
Un discurso cabal y bien expuesto. El que había que hacer. Por poner un pero, tal vez sobró el entusiasmo con el hecho diferencial autonómico, que al haber sido exacerbado se ha convertido en el gran problema de España, no es su riqueza como sostiene el tópico. Por lo demás, el PSOE está hoy más allá de toda lógica y lealtad a España, rehén del ego de un tipo al que todo le da igual, así que lo dicho con acierto por Feijóo solo servirá para que a esta tarde los socialistas le respondan con alguna faltada displicente y hasta tachándolo casi de ultra.
Ha sido el discurso de un hombre de Estado ofreciendo la necesidad de recuperar el honor y la moralidad pérdidas de la política en España . A Sánchez debería avergonzarle las veces que le ha puesto en evidencia . Pero perdamos toda esperanza en su conversión.
Las reiteradas ofertas de mano tendida de Feijóo al PSOE son muy honorables... pero con lo que tiene enfrente solo conducen a la melancolía. Es perder el tiempo. La única vía es derrotarlos en las urnas con una mayoría alternativa. Lo demás es poesía...
El discurso de Feijóo ha atacado la línea de flotación del sanchismo. Un discurso que deja en evidencia la «decadencia moral» de un PSOE a la deriva. «El independentismo, pese a tener menos votos, se arroga la mayor influencia de la historia, porque los constitucionalistas hemos estado más desunidos que nunca. Sí, es verdad que hay menos protestas, pero ¿para qué se va a movilizar si obtiene de ustedes todo lo que quiere sin levantarse del sofá? ¿para qué va a salir a la calle si hasta –vicepresidenta mediante– van a buscarlas a su casa, por lejos que esté, a rendirle honores?».
Ética, confianza, defensa de los valores constitucionales... Feijóo ha puesto el discurso en un marco que rebasa a Sánchez tras años de mentiras. «Soy un presidente de fiar. A España le vendrá bien un presidente del Gobierno que no vaya a engañar a sus ciudadanos».
Las pensiones que bajó Zapatero. Y la cara pétrea del ministro Escrivá que se ha gastado toda la hucha. Un retrato al natural del socialismo/sanchismo.
Caras de mucho nerviosismo en el banco azul. Se ve a los ministros muy incómodos ante las críticas muy argumentadas de Feijóo. ¿Dónde está el «discurso de odio» que le atribuye el PSOE?
El retrato de un perfecto fracaso: líderes europeos en pérdida de poder adquisitivo y desplome de la inversión extranjera. Eso sí que marca la vida de «la gente». No sabemos (o sí) por qué Sánchez se ríe tanto cuando le recuerdan esos datos.
Esta mañana, las Brigadas Internacionales Mediáticas todavía decían que Feijóo iba a hacer un discurso de oposición a la investidura de Sánchez. Pues aquí lo tienen: lo que está haciendo es un verdadero programa de Gobierno.
Ayuso, a la que han intentado hacer una emboscada a la entrada de la Carrera de san Jerónimo los esbirros del canal de Pablo Iglesias, asiente desde la tribuna de invitados cuando Feijóo reclama la simplificación administrativa.
El discurso de Feijóo es muy hábil. Lo puede suscribir cualquier español. Y no lo puede replicar ningún nacionalista sin, precisamente por eso, reforzarlo.
Feijóo plantea una comisión de investigación sobre el cambio de posición en el Sahara Occidental. Hay que recordar esta información que desveló El Debate: Sánchez confiesa al fin que no sabe cuándo, cómo y quién envió la carta de cesión del Sáhara a Marruecos. Ya es hora de poner luz y taquígrafos sobre esta cuestión.
Gran propuesta con puntos muy concretos para reformar la Justicia cuyo espíritu se resume en «Justicia al servicio de los españoles y no al servicio de los políticos».
Mensaje directo de Feijóo a las Fuerzas de Seguridad, vapuleadas y ninguneadas por el ministro Marlaska durante toda la legislatura: «Quiero gobernar sin laminar a nadie en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad por razones discrecionales. Creo que debemos respetar su autoridad, poniendo la Dirección de la Guardia Civil y de la Policía en manos de mandos profesionales». Feijóo garantiza que la Guardia Civil no salga de Navarra. Y hace un guiño a la equiparación salarial
Feijóo hace una enmienda a la totalidad de los pactos de Sánchez con el separatismo con dos medidas: incorporar al Código Penal un delito de deslealtad constitucional, «como ocurre en todos los países de nuestro entorno». Y volviendo a castigar el delito de malversación de acuerdo a su gravedad.
El candidato 'popular' plantea seis pactos de Estado en un momento en el que se acomete la demolición del Estado:
1. Institucional.
2. Por la Economía.
3. Por las Familias.
4. Por el Estado de Bienestar.
5. El Pacto del Agua.
6. Y un Pacto Territorial.
Feijóo hace una enmienda a la totalidad de los pactos de Sánchez con el separatismo con dos medidas: incorporar al Código Penal un delito de deslealtad constitucional, «como ocurre en todos los países de nuestro entorno». Y volviendo a castigar el delito de malversación de acuerdo a su gravedad.
Feijóo está proponiendo, a fin de cuentas, recuperar la normalidad, el respeto institucional y dejar de depender de los separatistas. Está haciendo un discurso bueno y razonable, que sin una mayoría de cambio se torna imposible de poner en práctica por la deriva que ha adoptado el PSOE desde Zapatero.
Segunda defensa del Rey: «Quedaría discutida la intervención del Rey en 2017» si se da la amnistía.
Risitas y algarabía de Chiqui Montero y los socialistas cuando se habla de integridad y de lo que habrían hecho los presidentes de la democracia ante las pretensiones de Puigdemont. Sánchez mira su móvil rojo y sonríe. Quizá Puchi le esté diciendo, tranquilo Pedro, ladran, luego cabalgamos.
Una curiosa situación, las primeras palabras de Feijóo en su sesión de investidura han sido dedicadas a decir «no» a la amnistía que quiere firmar Sánchez cuando lo intente él. Y ha hecho bien el candidato del PP, porque ahí se la juega ahora mismo el futuro de España y hay que denunciarlo con la máxima fuerza.
Feijóo lo deja claro. No propondrá ni amnistía ni autodeterminación de parte de la nación «Fuera de la Constitución no hay democracia»
Va a ser muy determinante escuchar a Junts en este debate: el PSOE vende la idea de que lo tiene hecho, cuando Feijóo no lo consiga, con aprobar la polémica amnistía, que ya se apropia ERC. Es difícil que Puigdemont acepte ese acuerdo si no hay algo más: por ejemplo un calendario cerrado, con hitos, para lograr un referéndum a lo largo de la legislatura. Soy de los que piensa que o Sánchez asume eso, lo que sería escandaloso, o no tendrá el respaldo de Junts.
Estoy en el Congreso. Sánchez no ha llegado. Pero muchos socialistas comentan que su réplica de esta tarde se la toma como su primer discurso de su propia investidura, que llegará después. Va a echar el resto con su estilo chulesco y despreciativo que tanto le identifica.
Primer debate con pinganillos. El acta de sesión del primer pleno en el que se permitió el multilingüismo ha tardado cinco días en estar lista. Normalmente se tarda uno. Y de costes, ni hablemos. Parece que ahora los diputados nacionalistas e independentistas vascos van a renunciar al uso del vascuence.
Acabo de salir del Congreso. Lo más llamativo es que empiezan a saberse más detalles del discurso de investidura de Feijóo. Ojo a la batería de medidas económicas que propondrá, a los pactos de Estado que ofrecerá a la Cámara, incluyendo a Sánchez, y a la apuesta por reforzar la Constitución para salvarla de una ínfima minoría separatista que, sin embargo, tiene en su mano gracias al PSOE la gobernación (y la humillación) de España.