Cartel que indica que una parcela en obras está vigilada

Cartel que indica que una parcela en obras está vigiladaX / ADN Sindical

Economía

Dos de cada tres empresas de construcción en Cataluña recurren a mafias para vigilar las obras

Un informe de la empresa BauWatch denuncia que Cataluña es la segunda comunidad con más robos en obras

La vigilancia de las obras de edificios en construcción se multiplican en momentos de crisis y de alza de los precios de las materias primas, como los actuales. Paradas desde hace tiempo –primero por culpa de la burbuja inmobiliaria y después por el Covid–, esta subida de precios las convierte en un foco atractivo para los delincuentes para conseguir beneficios.

Frente a esta situación –que no es un bulo, como algunos piensan– un elevado número de negocios de construcción han optado por contratar servicios de vigilancia. No obstante, más del 66% de las empresas catalanas del sector –esto es, dos de cada tres– contratan a compañías ilegales, según el Barómetro del Crimen en la Construcción 2024, publicado por la empresa de videovigilancia de obras BauWatch.

En este estudio se constata que Cataluña es la segunda comunidad autónoma con más robos en obras de toda España: aquí se cometen el 15% de los robos, solo por detrás de la Comunidad de Madrid, con el 21%. Si nos centramos en sectores, el 52% es obras y reformas, seguido de construcción comercial con el 31%. Estas empresas, según el barómetro, llevan años operando así sin que nadie les diga nada.

Empresas ilegales

Las empresas ilegales que ofrecen sus servicios de esta manera no están reguladas. Por su parte, teniendo en cuenta el aumento de construcciones que se están realizando en los últimos tiempos, las empresas legales se han dado cuenta que están perdiendo clientes. Por eso protestan por una ocupación desleal de sus servicios, por decirlo de alguna manera. Según la legalidad vigente, la práctica de contratar empresas fuera de la ley supone multas de hasta 200.000 euros.

En este punto entramos en un sector un poco más complicado: los jefes de obras viven amenazados y coaccionados por los cabecillas de estas empresas ilegales. No son todos, pero sí un nivel lo suficientemente elevado como para que estas empresas ilegales puedan seguir trabajando.

Dicho de otra manera, estas supuestas sociedades dedicadas al mundo de la seguridad privada son, en realidad, organizaciones criminales que se lucran del intrusismo profesional y del miedo de sus víctimas, según recoge la investigación de BauWatch.

Mafias sin control

Se está denunciando que esto es una realidad oculta y que estas mafias llevan años actuando y que nadie, hasta el momento, las ha denunciado. «Es una realidad silenciada por las administraciones», lamenta el director de BauWatch España, Ignacio González, en declaraciones a Crónica Global. Indirectamente, se quejan de que estas mafias incontroladas les están robando su parcela de actuación y están perdiendo terreno y clientes.

En redes sociales han colgado mensajes en los cuales han acusado, por ejemplo, al Consorcio de la Zona Franca de haber contratado a estas empresas. Entre los denunciantes está el sindicato Adn Sindical, que publicaba lo siguiente en X:

En este mensaje están hablando sobre una rueda que aparece en un cartel donde se puede leer: «Los Mulatos control de acceso». Popularmente, se conocen como «los de la rueda» o «la carretilla», pero lo cierto es que son distintos clanes familiares que se reparten, sobre el mapa, las zonas que vigila cada uno.

Por eso no es extraño ver carteles a las puertas de las obras, donde se indica que «la familia X» o «la empresa X» son los encargados de la seguridad y el mantenimiento del recinto. La denuncia pretende acabar con la impunidad de las organizaciones criminales que, supuestamente, atormentan y extorsionan a los constructores catalanes.

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