Empresas
Jamón Air: la nueva ‘aerolínea’ del jamonero Enrique Tomás para expandir el negocio
Su nueva idea empresarial es un servicio de jets privados
Hasta ahora, la marca de jamones Enrique Tomás la podíamos encontrar en diferentes aeropuertos, como el Adolfo Suárez Madrid-Barajas, el Josep Tarradellas Barcelona-El Prat o el de Bilbao Loiu, además de en Londres o Puerto Rico. Ahora, el empresario jamonero ha dado un salto un poco más allá y ha decidido fundar su propia línea aérea, llamada Jamón Air.
Su aventura empresarial empezó en el Mercado de La Salut en Badalona y luego abrió una tienda en Santa Coloma de Gramanet. La cuarta ya fue en Barcelona. «Me parecía un éxito y que estaba más lejos que la que tengo ahora en Lima», decía en una entrevista para ABC. Fuera de nuestro país, la primera tienda que abrió Enrique Tomás fue en México y hasta hoy solo se le ha resistido Oceanía.
«No ha sido difícil sacar el jamón fuera, hay cierta confusión con eso. Tú sólo puedes sacar jamón en la maleta dentro de lo que es la Unión Europea, en el resto de países para mandarlo tienes que hacerlo por la vía oficial, con toda la seguridad y control sanitario que se requiere», explica en la citada conversación.
Actualmente la marca Enrique Tomás vende 3.000 jamones diarios. Su empresa factura 167 millones de euros, tiene 1.300 empleados y 149 tiendas abiertas por todo el mundo, 50 establecimientos en Cataluña, casi 70 tiendas en el resto de España y 11 en distintos países de Norteamérica y Latinoamérica. En noviembre de 2023 afirmó que «queremos alcanzar los 1.000 millones de facturación en 2030». De momento en 2023 facturó 170 millones y prevée 600 en 2026.
Jamón Air
Teniendo en cuenta todo esto, parece que la venta de jamones diarios se le ha quedado corta y ahora inaugura una nueva línea aérea, según adelanta Crónica Global. La idea de Tomás es organizar un servicio de jets privados, con o sin tripulación, de alquiler para aquellas personas que deseen utilizar este servicio.
Actualmente, en el aeropuerto de Barcelona, ya actúan una serie de compañías que llevan a cabo este servicio. Por ejemplo, un vuelo al aeropuerto de Madrid, que dura dos horas y cuarenta minutos, cuesta 5.500 euros. Otro a Londres, para 5 personas asciende a 17.000 euros. Y si nos queremos ir a Nueva York deberemos pagar 90.000 euros.
Enrique Tomás, a día de hoy, ya tiene su propio jet privado. Lo que pretende con esta iniciativa es abrir una nueva línea de negocio. Ya lo hizo estando en diferentes aeropuertos internacionales. También con tiendas repartidas por todo el mundo. Ahora sólo le quedaba que sus clientes potenciales alquilen sus jets para degustar sus productos allí donde el destino les lleve. Evidentemente quiere llegar a acuerdos comerciales con otras aerolíneas para crear sinergias y expandir el negocio.