El presidente de Junts, Carles Puigdemont, con el secretario general, Jordi Turull, y la portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras

El presidente de Junts, Carles Puigdemont, con el secretario general, Jordi Turull, y la portavoz en el Congreso, Miriam NoguerasEP

Política

El PSC le quita una alcaldía emblemática a Junts y se la entrega a la extrema izquierda anticapitalista e independentista

La operación de Vilassar de Mar cuenta con la aprobación del presidente de la Generalitat

La moción de censura en Ripoll, contra la antiislamista e independentista Silva Orriols, que estaban negociados socialistas, ERC, Junts y la CUP naufragó en el último instante porque Junts puso el freno y decidió no apear a la líder de Aliança Catalana de la alcaldía.

La frustrada operación ha tenido réplicas en otras zonas de Cataluña y el PSC, la CUP, Los Comunes (Sumar) y ERC han firmado una moción de censura para apear a Junts de la alcaldía de Vilassar de Mar (Barcelona).

De nada ha servido que Puigdemont declarara hace unos días que se había restablecido un cierto clima de confianza con los socialistas. Al igual que la moción de Ripoll tenía el visto bueno de Illa, líder del PSC, la operación de Vilassar de Mar también cuenta con la aprobación del presidente de la Generalitat.

No estamos ante un movimiento político meramente local por muchos motivos. El primero de ellos es que el PSC entrega la alcaldía de un municipio de más de 20.000 habitantes a Elena López, una concejal de la CUP, una fuerza política independentista de ultraizquierda, anticapitalista. Esta semana una diputada de la CUP, Laure Vega, apoyo desde la tribuna del parlament a los alborotadores que apedreaban policías y quemaban contenedores de Salt (Girona). La parlamentaria anticapitalista dijo: «lanzar piedras a la policía y quemar contenedores es un hecho cultural propio de Cataluña» (SIC).

La CUP sumará a Vilassar de Mar a otras alcaldías de peso como Berga y Gerona. Curiosamente si bien en Vilassar Junts perderá la alcaldía a manos de la CUP en la capital gerundense forman parte del gobierno local encabezado por Lluc Salellas.

Otro de los motivos por los que esta moción no es un hecho meramente local es porque la alcaldesa saliente, Laura Martínez Portell, es una persona políticamente muy cercana al secretario general de Junts, Jordi Turull, quien no ha dudado en apoyarla públicamente. Además, Vilassar de Mar es un municipio con un elevado nivel de vida donde residen personalidades que históricamente han estado cerca políticamente de Junts, como el actual presidente de la patronal, Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre, que en pasado fue portavoz adjunto del grupo de CiU en el congreso.

Junts ganó las municipales en este municipio del Maresme, al norte de Barcelona, con nueve concejales y formó gobierno con ERC (tres concejales) pero a inicios de este año los republicanos abandonaron el gobierno y ahora apoyan la moción de censura que permitirá un nuevo gobierno del que formarán parte socialistas, republicanos, la marca catalana de Sumar y los antisistema de la CUP. En la oposición quedarán los nueve concejales de Junts y el único concejal del PP en el municipio.

La pérdida para Junts es sensible dado que a pesar de que cuentan con mucho poder en el congreso para condicionar a Pedro Sánchez gracias a sus siete escaños, en cambio, se han quedado casi sin poder institucional en Cataluña tras abandonar el gobierno catalán en octubre de 2022 y perder la alcaldía de Gerona, única capital de provincia que ostentaban en las municipales de 2023. De poco consuelo sirvió a los de Puigdemont que ERC también fuera apeada, por el PSC, de las alcaldías de Lérida y Tarragona.

Con su salida del gobierno catalán y derrotados en la ciudad donde Puigdemont fue alcalde, a manos de una fuerza aún más radical que ellos, Junts se consuela hoy con la alcaldía de Sant Cugat del Vallès como principal ciudad gobernada por los post convergentes. Con 100.000 habitantes y por su cercanía a Barcelona, así como su elevado nivel de renta per cápita Sant Cugat es hoy el fortín municipal de Junts junto a Vic, la zona cero del independentismo.

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