
Susana Terapiella, en el centro, ha comparecido en la comisión de Educación del Parlament
Educación
La Generalitat defiende la educación afectivo-sexual en niños: «tienen que empoderarse para vigilar su salud»
La consejería de Educación de la Generalitat tiene intención de implantar el próximo curso, un nuevo modelo de educación afectiva y sexual en todas las etapas educativas: infantil, primaria y secundaria. Por este motivo, ya se ha abierto un proceso participativo con familias y profesionales de la educación y se han estudiado experiencias internacionales a partir de las que se ha elaborado una propuesta de documento que, a su vez, puede recibir más aportaciones.
Los responsables del departamento escudan su decisión, entre otras cuestiones, amparándose en Naciones Unidas, porque defienden que se reparen a los niños y jóvenes para que tengan «habilidades y sean capaces de empoderarse» para vigilar su salud.
Son palabras de la directora general de Educación Inclusiva, Susana Terapiella, quien ha explicado que no se pretende sexualizar con estos contenidos, sino que se pondrá énfasis en cuestiones como las «emociones, los afectos y el respeto hacia los otros». Y también ha dejado claro que los objetivos de aprendizaje se «adaptarán» a cada etapa educativa para ofrecer a niños y jóvenes la información que necesiten en cada momento, pero girarán en torno a «valores» fundamentales, asegura, como la «no discriminación o la igualdad».
Así, por ejemplo, en la etapa de infantil, dirigida a niños de entre 3 y 6 años, Terapiella pide que no se piense «como una exposición a la sexualidad», sino que lo que se presenta es «desarrollar valores necesarios» para el futuro de estos niños. En este sentido, se incidirá en la expresión de las emociones, en la identificación de estereotipos de género, se trabajará en la privacidad y en lo que significa «qué es tener un secreto».Ha defendido esta cuestión porque el año pasado, se presentaron 784 denuncias por abusos sexuales en niños de entre 1 y 6 años, y en casi la mitad de los casos se dieron en el entorno familiar. De ahí, apunta, la necesidad de tratar esta cuestión en el ámbito educativo.
También ha asegurado que en esta etapa, a menudo, los niños ven a sus madres, la de sus compañeros o también a profesoras embarazadas. Y ahí apunta, se puede introducir la salud sexual y reproductiva «siempre adaptada a la etapa, como por ejemplo, la madre de Biel tiene un bebé en la barriga». Y estas cuestiones, asegura, se pueden trabajar como parte de un proyecto.
Con relación a la primaria, que abarca de los 6 a los 12 años, ha explicado que se adaptará el contenido a cada uno de los ciclos. Y aquí se incidirá en las relaciones igualitarias, en el conocimiento de las partes del cuerpo y en los cambios que se experimentan. Y es que hay evidencias, dice Terapiella, de que cada vez se consume antes la pornografía infantil, a partir de los 10-11 años. De ahí, asegura, que se tengan que trabajar estas cuestiones, así como la «prevención de las violencias».
En el caso de secundaria, la responsable del departamento ha defendido que se tratarán cuestiones como el respeto al propio cuerpo, que tengan relaciones saludables y respetuosas, prevenir el abuso y también las enfermedades de transmisión sexual. En definitiva, precisa, se trata de que a los adolescentes se les da la máxima información posible para que «tomen decisiones coherentes».
Con estas bases, y una vez que se disponga del documento, se formará a los profesionales que tengan que abordar esta cuestión. Y tendrían que ser los Coordinadores de Coeducación, Convivencia y Bienestar, además de los tutores y los orientadores de secundaria.
Oposición de PP y Vox
Unos contenidos que no gustan ni a Partido Popular, ni a Vox. El diputado del PP Cristian Escribano cuestiona que se puedan «impartir según qué cuestiones», y especialmente si va «en contra de la voluntad o el desconocimiento de los padres». Porque una cosa, añadía, es hablar de temas como valores o civismo, que también defiende el PP, pero otra cosa muy diferente «es la sexualidad», que es lo que se pretende ahora.
Por este motivo, lo considera una «locura», como que se eduque en estereotipos de género a niños de entre 3 y 6 años. Pero no solo ha cuestionado los contenidos, sino también que sean los docentes los que tengan que tratar este tipo de cuestiones, cuando se tienen que dedicar, y especialmente a esas edades, a «educar en materias curriculares». Y, en cualquier caso, pide que los centros estén obligados a informar a las familias qué se les va a explicar a sus hijos.
Desde Vox, el diputado Manuel Acosta considera que lo que se pretende llevar a cabo es un «adoctrinamiento precoz». También considera que la «idea de que un niño pequeño debe descubrir su sexualidad en este modelo que usted nos ha expuesto ahora y construir su identidad de género, es una perversión que responde más a una agenda ideológica, que a una necesidad educativa real».
También considera que el hecho de que se puedan dar estos contenidos y sin el consentimiento de los padres es un «atentado» contra el derecho fundamental de éstos de elegir la educación que consideren más conveniente para sus hijos. Y de ahí que defienda que la educación sexual es una cuestión de «índole personal y familiar», y no tiene que ser una materia «impuesta desde el Estado con una visión ideológica concreta». Además, según Acosta, este tipo de contenidos puede fomentar una «hipersexualización precoz».
Por estos y otros argumentos, ha pedido que la Generalitat retire este programa porque «no es educación, es adoctrinamiento»; no responde a una necesidad educativa real; y no tiene como objetivo el bienestar de los niños, sino «la implantación de una ideología que desnaturaliza el desarrollo humano».