
Un grupo de menores extranjeros no acompañados en un parque de Barcelona
Cataluña
Los vecinos de Sarrià dicen 'basta' y se manifiestan para cerrar el centro de menas del barrio
Denuncian peleas reiteradas entre estos jóvenes, prácticamente a las puertas de los colegios, aseguran que estos chicos consumen drogas; y que han llegado a amenazar a las chicas gritándoles que «os vamos a violar a todas»
Los vecinos de Sarrià-Sant Gervasi, en Barcelona, dicen 'basta' al centro de acogida de la calle Císter que, desde hace unos meses, también acoge algunos servicios para hombres, para menas. Y se van a manifestar esta tarde, a las 17 h, en la plaza Kennedy, para pedir su cierre o, como mínimo, que se cambie su uso. Aseguran que hay miedo, porque estos jóvenes les amenazan, les acosan, pero no solo a ellos, sino también a menores que van a los colegios de la zona. Hay que tener en cuenta que hay varios centros educativos muy cerca e incluso uno de ellos está pared con pared.
Los padres de alumnos que van a estas escuelas, y los vecinos del barrio, reconocen estar «preocupados» y aseguran que hay «mucho nerviosismo» porque ven que hay «riesgo» con esta situación, y porque se han registrado «varios incidentes que a punto han estado de que ocurra algo muy grave». Quien lo dice es José Suárez-Lledó, un padre que lleva a sus hijos a un centro escolar de la zona.
Explica que en los últimos meses se repiten esos incidentes, como peleas entre estos jóvenes, prácticamente a las puertas de los colegios y en las que tiene que intervenir la policía; pero también asegura que estos chicos consumen drogas; y que han llegado a amenazar a las chicas gritándoles que «os vamos a violar a todas». Estos menas se acercan a un parque que está al lado de los colegios y que, según precisa José, «es muy frecuentado para celebrar cumpleaños y reunirse después de la salida del centro, pero también van a la plaza Kennedy».
Y a esto hay que añadir «intentos de incursiones en los colegios, saltando muros y vallas. Y recientemente consiguieron entrar hasta zonas interiores de la escuela». Por este motivo, uno de estos centros educativos ya ha presentado una denuncia, pero el resto tiene intención de hacer lo mismo.Asegura José que, durante un tiempo, y después de recibir las quejas de vecinos y familias de estudiantes, el Ayuntamiento cambió el uso del equipamiento, y volvió a ser un centro de acogida para mujeres sin hogar. Pero hace unos meses, se volvió a abrir para los hombres y especialmente para acoger a estos menores no acompañados.
Diferentes propuestas
En este sentido, el PP ha presentado propuestas para que el centro vuelva a su uso inicial, solo para mujeres, petición desestimada por el equipo de Gobierno municipal. También Vox ha presentado una propuesta de resolución en el Parlament en la que pide que se cierre ese equipamiento municipal «por su cercanía a varios espacios escolares» y que se recupere el uso inicial.
Explica esta formación en el texto que, durante los primeros meses de funcionamiento, este servicio «no presentaba conflictos relevantes, ya que cumplía con su finalidad inicial». Pero especialmente a mediados del año pasado los vecinos ya detectaron la presencia de estos jóvenes en la zona.
Y con el inicio del curso escolar, se dice en la propuesta, se empezó «a reportar individuos vinculados a bandas delictivas y actividad de trapicheo de sustancias. Esto confirmó lo que los vecinos venían denunciando: la llegada de estos nuevos residentes estaba directamente relacionada con un aumento de la delincuencia en la zona». Y la situación, explica, ha ido empeorando a medida que pasaban las semanas hasta registrarse varios altercados, entre ellos la detención de uno de estos chicos «con navaja en mano» a las puertas de un colegio en horario de salida escolar.
Pero la degradación y la inseguridad se ha extendido más allá de la calle Císter, y vecinos del Putxet aseguran que «que estos individuos comenzaron a ocupar jardines privados, durmiendo en colchones y dejando basura en propiedades ajenas. El barrio entero se está viendo afectado por esta situación de abandono e inseguridad».
Se da la circunstancia de que, este jueves, el presidente del grupo municipal del PP, Daniel Sirera, ha estado en el barrio recogiendo firmas de «vecinos preocupados por su seguridad». Pero ha lamentado que el consistorio haya enviado a la Guardia Urbana para pedirles que retiraran la carpa que el partido había instalado «porque habían recibido órdenes del Ayuntamiento para desalojar la carpa».
Daniel Sirera ha dejado claro que «nosotros no somos un peligro para la ciudad, sino quienes atemorizan a los vecinos y alumnos de la calle Císter, y que Jaume Collboni permite que eso siga pasando».