Ferrol recibe a un visitante especial: una de las dragas más potentes del mundo

Ferrol contó recientemente con un visitante muy especial desde la primera semana de mayo. Se trata de una de las dragas más potentes del mundo, una embarcación que se emplea para limpiar puertos o ríos. Llegó procedente de Río de Janeiro, en Brasil, y permanece amarrada en el muelle de Curuxeiras, en el espigón exterior. Se trata de la Willem Van Rubroeck, de bandera de Luxemburgo, y su propietario es la empresa de origen belga Jan de Nul, dedicada a obras de infraestructura marítima, dragado, ingeniería civil y medio ambiente. ¿Cuál es el motivo de su presencia en la ciudad? Una escala técnica para realizar reparaciones y continuar su camino.

La armadora señala que se trata de «la mayor de nuestra flota de cortadores con una potencia total instalada de 40.975 kilovatios, tres bombas de dragado de 8.500 kilovatios cada una, una potencia de cortador de 8.500 kilovatios y con un alcance de corte de hasta 45 metros de profundidad en el agua», según recoge en su página web. Fue construido para dragar superficies rocosas muy duras y gracias a su tamaño, este barco también puede soportar «condiciones más difíciles, como olas más altas y condiciones climáticas más desafiantes». La embarcación lleva el nombre de un misionero flamenco de la orden franciscana.

Esta draga, que llamó la atención de los curiosos que transitan por las proximidades al ser un visitante poco habitual, estuvo amarrada en el puerto ferrolano, donde se someterá a reparaciones y se aprovisionará de material para poder acometer los siguientes proyectos en los que tiene previsto participar.

Jan de Nul incorporó este barco a su flota en 2021. Tiene una longitud de 151 metros, un ancho de 36 y puede alcanzar una velocidad de 12 nudos, según informa la empresa en su página web. Sus operaciones están controladas desde una estación central casi automatizada y cuenta con capacidad para alojar a una tripulación de hasta 67 miembros.

Uno de los últimos proyectos en los que el Willem Van Rubroeck participó antes de recalar en Galicia fue en unas obras de ampliación del puerto de Montevideo, en Uruguay. Allí trabajo para romper roca situada a varios metros de profundidad para permitir la ejecución de un nuevo frente de atraque. Otra actuación en la que también intervino se realizó en el puerto de Suape, en Brasil, donde se encargó del dragado de un canal de acceso a las instalaciones portuarias.