La aceraAntonio Cañadillas Muñoz

La bici, el patinete y el peatón

Actualizada 04:30

La mañana se presentaba ya algo calurosa. Era el indicativo de lo que tendríamos todo el día en la capital del Califato. Hoy no tomé desayuno porque me esperaba una cita en San Juan de Dios. Acudiría en ayunas al Laboratorio de extracciones y análisis clínicos allí situado. A cierta edad hay que dedicar un poco de tu tiempo a ti mismo y con los chequeos correspondientes darte cuenta de los límites que la vida y el médico te va poniendo. Nada de azúcar, no a los pasteles y helados, no a las carnes-grasa, más pescado, nada de alcohol, fuera el tabaco, mucha agua, fuera fiestas, limitar el sexo y andar, andar mucho por la acera. Llegado el momento en la anterior visita le dije al facultativo, «Doctor, me va a quitar usted todo menos el dolor de espalda».

Tras la cita sanitaria en la que al primer pinchazo pudieron extraer la sangre necesaria, que fueron introduciendo en un numero de botes de cuya cantidad no quiero acordarme, y de entregar el bote de orina, calentito todavía, volví a la avenida de Barcelona a saborear un café con tostada de pisquitos de jamón, aceite y tomate. Había que recuperar el chupetón que Drácula me había pegado. Y allí me encontré con mi amigo Paco, Gestor de Movilidad y profesor de muchos de nosotros cuando tuvimos que acudir a la autoescuela a sacar el carnet de conducir y pagarlo a plazos.

La mesa en la que nos sentamos estaba justo al lado de uno de los difuminados y enfantasmados carriles incrustados en el centro de la acera. Lo que hoy se viene llamando «acera bici» que tantos problemas está dando y que están desapareciendo en la mayoría de las ciudades españolas. Hace poco más de un año el ayuntamiento de Córdoba aprobaba por unanimidad de todos los grupos políticos la nueva ordenanza de movilidad. El cambio más relevante de la nueva norma es poner paz entre peatones, motoristas, ciclistas, conductores, y patinetes (VMP), que dejan de ser considerados un regalo de cumpleaños para llegar antes al trabajo o al instituto, y pasan a ser un vehículo con toda regla.

Mi acompañante me decía que «Estamos observando que existe, cada vez mas, un uso compartido de nuestras calles entre los usuarios de ellas, (peatones y conductores de bicicletas, patinetes, ciclomotores, motocicletas, turismos, furgonetas, camiones, y autobuses) y sabemos la necesidad de la convivencia entre todos ellos y del respeto a las normas de circulación establecidas para cada uno, para conseguir el objetivo principal de la disminución de los siniestros viales, pero ¿respetamos todos dicha convivencia y las normas?, ¿Existe la vigilancia necesaria para ayudar a ordenar este gazpacho?, ¿desaparecerán también en nuestra ciudad las aceras bici dándole el espacio independiente a cada uno?.»

A finales de 2018 la FEMP acordaba y comunicaba a los alcaldes y a sus entidades locales asociadas las recomendaciones sobre la acera y la prioridad peatonal que se asientan en las conclusiones de la «Jornada de reflexión y debate sobre la Acera Bici», organizada por la FEMP, Fundación ONCE, DGT, CERMI, Foro Andando y Con Bici, el 26 de junio de 2018, en el auditorio de la sede de la Fundación ONCE en Madrid.

El objetivo principal era impulsar la prioridad del peatón en la acera ya que la ciudadanía también se relaciona con la acera como espacio público urbano por otras consideraciones más allá de las de movilidad, como son entre otras: las sociales, de ocio, culturales, educativas, familiares, laborales, turísticas, etc. El calmado del tráfico posibilita la prioridad del peatón en la acera porque genera espacios diferentes al resto de modos de desplazamientos urbanos sostenibles y a los VMP motorizados. Además, elimina los riesgos para el peatón en la acera, resaltando de entre estos, a las personas con discapacidad, y especialmente, a aquellos que tienen discapacidad visual.

Paco Ortega me decía que «creo que ningún usuario podrá afirmar que siempre cumple las normas, pero sí quiere y protesta para que las cumplan los demás, por eso hay que repasar algunas de las normas establecidas, especialmente para los peatones y conductores de bicicletas y patinetes, ya que la gran mayoría de ellos no han obtenido información ni formación vial».

Debemos preguntarnos ¿Qué deben saber los peatones?. La primera norma general dice que están obligados a cumplir los preceptos y normas que les afecten indicadas en la Ley de Tráfico y específicamente las normas más importantes dicen que: «Como norma general, los peatones transitarán por las aceras, paseos, calles o vías peatonales y demás espacios señalizados y reservados a su circulación y cuando no existan deberán transitar por el lugar más alejado del centro de la calzada». También se refiere a que los peatones no transitarán y respetarán la preferencia de las bicicletas y vehículos autorizados por los carriles bici y aceras bicis, salvo cuando en éstos exista un paso de peatones debidamente señalizado, pasos que lamentablemente escasean en muchos casos de intersección de pasos de peatones con carril o acera bici, como es la Avenida de referencia.

También habrá que recordar a los conductores de bicicletas y patinetes, llamados vehículos de movilidad personal, que es necesario el conocimiento de las normas y el respeto y convivencia con el resto de los usuarios. En primer lugar comentar que, al igual que los peatones, también están obligados a cumplir las normas y señales que les afecten, y utilizarlos con diligencia, precaución, atención necesaria para no entorpecer ni causar peligros, perjuicios o molestias innecesarias a las personas o daños a los bienes o al medioambiente.

Pero la pregunta más importante no puede quedar en el aire. ¿Y por donde pueden circular las bicicletas y patinetes? Según la Ordenanza de Circulación pueden circular: Preferentemente (no obligatorio) por los carriles bici adosados a la calzada, sin superar los 20 Km/h.; por las aceras-bici (Vía ciclista señalizada sobre la acera) sin superar los 15 Km/h y los patinetes como máximo a 10 Km/h., en ambos casos con precaución ante una posible irrupción de algún peatón y especialmente en los pasos de peatones señalizados en los mismos; por Ciclo-calles y ciclo-carril (señalizados con limitación a 30 Km/h, pero los patinetes a 25 Km/h). También por vías consideradas con preferencia peatonal tales como calles peatonales, (Determinadas en el catálogo de vías peatonales pendiente de elaborar por el Ayuntamiento), zonas señalizadas como prioridad peatonal con limitación a 10 o a 20 Km/h, calles residenciales y zonas de plataforma única de calzada y acera (a una velocidad máxima de 20 Km/h)

Cuando la efectúen por un paso de peatones, porque no existan pasos para ciclistas, deben bajarse de la bicicleta o patinete y adquirir la condición de peatón.

Y al final recordar a los responsables del Ayuntamiento su compromiso en la vigilancia, control, denuncia y sanción de las infracciones, una adecuada señalización y el mantenimiento de las aceras, carriles bici y aceras bici, en las mejores condiciones de seguridad para la circulación de los peatones, bicicletas y patinetes en su caso.

Ya solo falta ver desaparecer las aceras-bici y observar cómo el más cercano al ciudadano, el policía de barrio, vuelve andando por la acera, pone orden a la bici, el patinete y al mismo peatón.

Comentarios

Más de Córdoba - Opinión

tracking