La natividad de María
Así se cumplen año tras año, siglo tras siglo, tradiciones perpetuadas a lo largo y ancho de la geografía
La fiesta de la Natividad de la Virgen, que recoge el santoral católico, fue celebrada el pasado domingo por todos lados. No es desproporcionada esta afirmación, máxime en el ámbito andaluz, donde María es el centro de la religiosidad popular. María, como referencia. María, estrella de la evangelización, en las palabras de los obispos del sur de España.
Misas y procesiones, ferias, verbenas populares, ofrendas, petaladas o alfombras de sal. Todo en su honor. La Virgen de la Antigua y Piedad en Iznájar, de la Sierra en Cabra, del Soterraño en Aguilar de la Frontera, del Campo en Cañete de las Torres, de Belén en Palma del Río, de la Salud en Posadas o Guadalupe en Baena son algunos ejemplos de esta conmemoración en la provincia. Las capitales andaluzas no se quedan atrás. En nuestra Córdoba los niños reciben a la Virgen de la Fuensanta con el tintineo de las campanitas; en Málaga la llaman Victoria, patrona de la ciudad desde 1867; en Huelva, la Virgen de la Cinta se rodea de una multitud de fieles en su traslado al santuario del Conquero. Y así, una tras otra advocación, suman más de setenta poblaciones en fiestas en esta fecha en el territorio andaluz.
En la antífona segunda de la oración de la tarde, en el rezo de las vísperas de la Natividad de la Bienaventurada Virgen María, se recuerda: «hoy es el nacimiento de Santa María Virgen, cuya hermosura y humildad miró Dios complacido».
Se puede afirmar, siguiendo las palabras de San Juan Damasceno, doctor de la Iglesia, que «tenemos razones muy válidas para honrar el nacimiento de la Madre de Dios, por medio de la cual todo el género humano ha sido restaurado y la tristeza de la primera madre, Eva, se ha transformado en gozo». Así se cumplen año tras año, siglo tras siglo, tradiciones perpetuadas a lo largo y ancho de la geografía.
Imágenes para la devoción que justifican las palabras recogidas por los obispos del sur: «…busquemos siempre el abrazo materno de María Santísima, sabiendo que es la fe cristiana, es la devoción a María, es el deseo de imitarla lo que da autenticidad a las manifestaciones religiosas y marianas de nuestro pueblo» (María, Estrella de la Evangelización, 59).
Sin perder de vista el ambiente festivo mariano de estos días, concluyo con los Gozos a Nuestra Señora de los Milagros que los portuenses dedican a su patrona: Pues por divina Patrona / Te venera esta ciudad / Dulce Madre de Milagros / Ten de tus hijos piedad.