Vete de mi parte
El Altamirano, leyenda gastronómica de Marbella
Nos aconsejaron, para empezar, unas conchas finas, las gambas a la plancha o las acedías
El casco viejo de Marbella encierra una enorme cantidad de sorpresa al visitante. Calles estrechas, salpicadas de flores y balcones engalanados, sus casas antiguas y modernas conforman una mezcla urbanística muy hermosa y atractiva. Perderse por esos vericuetos llenos de luminosidad y tipismo es de ejecución obligada para quienes, atraídos por el glamour de la otra Marbella, quieran conocer la de verdad, la que se abre a la diversión y al tapeo en la plaza de los Naranjos hasta la que en La Polaca se transforma en juerga y trasnocheo permanente.
En una de las plazas de la Marbella más pura, la plaza del Altamirano, está un restaurante emblemático que ha tomado el nombre de la plaza, El Altamirano. Es una leyenda gastronómica de esta ciudad desde hace ya muchos años. Me la recomendó mi amigo y colega Manolo Lama y tengo que agradecerle esta recomendación porque me descubrió un restaurante al que vuelvo y vuelvo una y otra vez. La simpatía y cordialidad de Salvador el alma mater de este lugar, ha influido, sin duda, en este permanente regreso.
En Altamirano hay que dejarse llevar por el jefe o por los solícitos camareros, que se esfuerzan, con una sonrisa, en hacerte la vida más feliz. Nos aconsejaron, para empezar, unas conchas finas recién llegadas del mar en toda su plenitud de frescura. Las gambas a la plancha que vinieron después estaban en su punto justo de plancha y de textura. Otro bocado excelente. Quiero destacar, también, las acedías, un pescado que suelo pedir en todos los restaurantes marineros, pero que no en todos tienen el punto adecuado de sartén. En El Altamirano las hacen como hay que hacerlas, las fríen como hay que freírlas y el resultado salta a la vista.
En el escaparate de la barra están los pescados grandes, las doradas, el mero y el rape en todo su esplendor. Y si por algo destaca este restaurante es por el mimo con el que hacen las cosas y por el trato que le dan en su cocina a los pescados del día. Llevan años haciéndolo bien y eso se nota. Me alegro de haber conocido El Altamirano, cita obligada cada vez que me acerco por mi Marbella del alma. Te aconsejo que reserves antes. Y si quieres, vete de mi parte. Y saluda a Salvador, le va a encantar que lo hagas.
El Altamirano
Plaza del Altamirano 3
29601 – Marbella (Málaga)
952 82 49 32