
Confitería La Duquesita
La pastelería con más de un siglo de historia que se ha coronado como la mejor de Madrid
Abierta en 1914, sus vitrinas forman parte del patrimonio histórico de la capital y acaba de recibir el premio de la Academia Madrileña de Gastronomía
Hay confiterías que forman parte del paisaje urbano de Madrid y una de ella es La Duquesita, que levantó la persiana, por primera vez, en 1914 y sus vitrinas siguen haciendo historia. Acaba de ser reconocida como la mejor pastelería de Madrid 2023, según la Academia Madrileña de Gastronomía. El premio subraya la elección de las mejores materias primas, unido a la creatividad e innovación con el máximo respeto a la tradición artesana.
La pastelería inició una nueva etapa en 2015 de la mano de Oriol Balaguer que ha diseñado una carta de hojaldres, postres, tartas, chocolates, trufas y bombones, elaborados a diario en el obrador de la tienda y que se completa con las principales referencias de cada temporada.
En la nueva temporada, mientras se prepara la Navidad, ofrece sabores que son emblemáticos y reconocidos en su propuesta como la tarta de limón, la Sacher, la cuatro texturas de chocolate, la milhojas, el cheescake, la tarta de Yuzu o la Massini y en formato individual suma nuevos sabores como el postre de café o el de pistacho a todos los postres ya habituales de chocolate, limón, cítricos o avellanas.

Tarta de La Duquesita
Con ellos, en 2015 la marca inició nueva etapa con nuevos pasteles y nueva oferta dulce, pero con el propósito de mantener su estrecha relación con la ciudad de Madrid, de proseguir con su historia centenaria y con el espíritu de seguir aportando y defender que la buena gastronomía siempre debe incorporar y finalizar con una excelente propuesta dulce.

Palmera de chocolate de La Duquesita
En esta segunda etapa, ha evolucionado su espacio, pero ha mantenido la esencia de su tienda ubicado en el barrio de Salelas y protegido por Patrimonio. La pastelería se restauró con el fin de recuperar sus elementos originarios y distintivos, mantuvo las vitrinas, mostradores y espejos centenarios y conservó el grabado de la fachada: bombones y caramelos finos.
Actualmente, la primera tienda de 1914 invita a degustar los mejores dulces de Madrid y el espacio contiguo, inaugurado en 2021, se presenta como un salón de té donde se propone completar la experiencia, además de ofrecer una delicada colección de bombones y trufas.