La extraña mutación genética de Liz Taylor que le hizo triunfar en el cine
La conocida actriz fallecía el 23 de marzo de 2011 en California a causa de un fallo cardíaco
Elizabeth Taylor fue, sin duda, uno de los grandes hitos de Hollywood. Su intachable carrera en el mundo del cine la hizo ser uno de los personajes más conocidos de los años cincuenta. Quizá su trabajo más recordado sea el de Cleopatra, aunque también ha protagonizado obras muy conocidas como Un lugar en el sol, La gata sobre el tejado de zinc o De repente, el último verano, entre muchos otros. Su papel en la gran pantalla no fue lo único que la empujó al éxito y es que, además de ser una de las actrices más conocidas de Hollywood por su trabajo cinematográfico, también lo fue por su belleza. Una belleza que estuvo marcada por una gran mutación genética que la hacía lucir una mirada deslumbrante de color violeta.
La conocida intérprete nació con una rara mutación en el gen FOXC2, algo que le proporcionó tener una doble fila de pestañas, llamadas pestañas supranumerarias. Esta anomalía suele estar asociada con problemas cardíacos congénitos, por lo que se puede decir que es como un «regalo envenenado» ya que, a pesar de otorgarle una mirada penetrante, le ocasionaba otros daños colaterales.
Estas pestañas dobles hacían que resaltara aún más el color de sus ojos. Su mirada era de un azul tan profundo que daba la sensación de ser violeta dependiendo de la luminosidad del ambiente. Este tono tan solo se ha dado alguna vez en las personas albinas, por lo que al ver que también podría darse en personas de pelo moreno causó un gran revuelo en la sociedad de aquel entonces.
Según Live Science, los ojos de Liz Taylor tenían una cantidad muy específica y rara de melanina. A pesar de que con el paso de los años muchos han puesto en duda si de verdad la actriz tenía ese tono en su mirada, los expertos del citado medio han confirmado que sí que es posible, ya que todo depende de la cantidad de melanina que genere cada persona. Por supuesto, la luz y el maquillaje también es importante a la hora de percibir de una manera u otra el color. Es por eso por lo que Liz Taylor solía utilizar frecuentemente una sombra de ojos azul o púrpura, lo que garantizaba un gran contraste con su mirada.
Este jueves se cumplen doce años de su muerte. Falleció el 23 de marzo de 2011 con 79 años, víctima de un fallo cardíaco. Su salud siempre ha sido extremadamente frágil debido a las enfermedades a las que ha tenido que hacer frente durante toda su vida como la osteoporosis o un tumor cerebral. Por otro lado, su consumo de alcohol y tabaco también le trajo algún que otro problema con ciertas enfermedades respiratorias. Además de haber conseguido un éxito abrumador durante su carrera por su labor como intérprete, su vida sentimental también la sitúo en la primera línea mediática. Subió al altar 8 veces con 7 maridos distintos entre los que destacan nombres de hombres muy conocidos como Eddie Fisher, Richard Burton o Larry Fortensky. A pesar de que falleció en 2011, fue en 1994 cuando protagonizó su última película. Aunque decidió alejarse de los focos en sus últimos años, siempre estuvo presente en la crónica social a través de su entrega, compromiso y activismo con causas humanitarias y labores solidarias.