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El retiro de lujo del ‘Rey ausente’: así celebra Mohamed VI su 60 cumpleaños
El monarca celebra, una vez más, su aniversario navegando por la costa marroquí
Pese a que son 60 años los que cumple no se esperan grandes fastos en Marruecos para celebrar a Mohamed VI. Y eso que los jardines del Palacio Real de Rabat, capital del país magrebí, están cuidados al detalle por si al monarca le apeteciera regresar de sus vacaciones en el Mediterráneo. Aunque, de momento, no se le espera.
La celebración oficial se anuló por primera vez en 2019 cuando un breve comunicado del Gabinete Real subrayó entonces que Mohamed VI había ordenado no volver a llevarla a cabo sin dar más detalles. Hace dos meses ya anunció, además, que se 'libraría' de su único acto oficial estival. Este es el primer año de los últimos 23 que no realiza el discurso anual que solía pronunciar el 20 de agosto, previo a su gran día, con motivo de la fiesta de la Revolución del Rey y del Pueblo.
El inesperado anuncio de la Casa Real causó sorpresa en Marruecos y reactivó los rumores sobre su delicado estado de salud. En las últimas imágenes difundidas por la televisión pública de Marruecos en junio, para asistir en la mezquita Hassan II de Tetuán a la oración del Aid al Adha, la más importante del islam, Mohamed aparecía visiblemente más pálido, delgado y demacrado.
En medio del hermetismo oficial, tanto del Gobierno como de la Casa Real, solos los medios de comunicación extranjeros apuntan a un empeoramiento de la sarcoidosis que sufre desde hace años, una enfermedad crónica, pero no letal de carácter inmunológico que puede afectar a cualquier órgano. La Asociación Nacional de Enfermos de Sarcoidosis (ANES) indica que «actúa como una respuesta anómala de las defensas del organismo, atacando zonas que están sanas mediante acumulación de granulomas no caseificantes».
Aunque la pérdida de peso consecuencia de esta dolencia es evidente y haya hecho saltar las alarmas, la Casa Real no se ha pronunciado al respecto sobre el estado de salud del Rey. Lo único que han hecho público en los últimos años han sido las dos arritmias de las que tuvo que ser operado hasta en dos ocasiones.
Ahora, con uno de los cuatro discursos que pronuncia al año eliminado, el 'Rey ausente' tiene vía libre y no ha tenido que interrumpir sus vacaciones. Una decisión que ha levantado asperezas ya que han coincidido con la visita de dos personas afines.
Que Mohamed VI no recibiese a Pedro Sánchez a principios de mes ni a Macky Sall, jefe de Estado de Senegal, solo ha remarcado el número de veces que ha dado plantón a dirigentes que visitaban su país. Solo en este último año, estuvo ausente ante los viajes de Karl Nehammer, canciller federal de Austria, la Reina Máxima de Holanda, Mark Rutte, primer ministro holandés, o Jill Biden, además de los antes mencionados.
En la mayor parte de las ocasiones, Mohamed VI estaba en Pointe Denis. En la localidad costera de Gabón estuvo entre el 25 de diciembre y el 23 de marzo de este año, lo que le impedía mantener audiencias privadas. A continuación, tras unos meses instalado en Rabat, con una agenda algo agitada para lo que está acostumbrado, puso rumbo a su nuevo destino vacacional. Eso sí, esta vez dentro de sus fronteras.
Lo esperado es que se trasladase a Francia, donde posee dos propiedades: un castillo en Betz, al noroeste de París, y un palacete valorado en 80 millones de euros en las inmediaciones de la Torre Eiffel. Sin embargo, las malas relaciones con la que fue antigua potencia colonial han provocado que se instalase en Rincón, localidad cercana a Ceuta conocida también como M'diq.
La residencia de lujo en la que se instala, con playa privada y embarcadero, le permite disfrutar de la costa marroquí desde su lancha de recreo. Y eso que la propiedad no siempre fue suya. Pertenecía a su tía Lalla Fatima Zohra, que le permitió pasar un verano en ella. El monarca se enamoró tanto de la zona que decidió quedarse con la casa y construirle una mansión cercana a la suya a su tía, que falleció en 2014. Ahora disfruta de la zona junto a sus hijos, el heredero Moulay Hassan y la princesa Lalla Khadija.
Antes incluso de su llegada, los habitantes de Tánger, Tetuán, Rincón y Alhucemas eran testigos de los preparativos de la administración territorial en previsión de la visita real. Fueron muchas las obras en marcha para reparar la carretera que une Tetuán con M'Diq, además de pintar las vías, decorar los jardines y la elevada presencia de efectivos de seguridad. Nadie quiere decepcionar al Monarca, como ya sucedió hace seis años, cuando este sancionó a tres de sus trabajadores porque la suite real no estaba lista cuando llegó.
La inesperada reaparición de Lalla Salma
Curiosamente, el 60 aniversario del monarca ha coincido con la reaparición de su mujer, Lalla Salma, cuyas apariciones públicas se redujeron al mínimo tras su divorcio el pasado 2018. La princesa, fue vista en una conocida boutique de lujo de Tánger llamas 'Las Chicas'. Minutos antes de entrar a ella, miembros de seguridad que la acompañaban comprobaron que el lugar era seguro para realizar compras con total normalidad.
La Princesa Lalla desapareció por completo del ojo mediático. No había noticias de ella ni dentro ni fuera de sus fronteras, no se dejó ver con sus hijos, y su paradero comenzó a ser motivo de preocupación. Tanto es así que incluso algunos medios marroquiés llegaron a calificar a Salma como una «rehén de su marido». En 2019, llegaron por fin sus primeras fotografías junto a su hija en la plaza Jemma el Fna de Marrakech, aunque, después, poco se había sabido de ella más que pasa todo el tiempo posible con sus hijos.