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Quién es Marta de la Rica, la interiorista de moda que vive en una casa de 8 plantas
Vive en Madrid en una casa que ya se ha convertido en su gran obra y que es su mejor escaparate, aunque ella nació en Nueva York y es francesa de adopción. Es la hija de Blanca Entrecanales Domecq
Su amor por las antigüedades, su buen gusto y su talento creativo le han catapultado a lo más alto. Este mes aparece en la portada de la Revista AD, enseñando su singular casa de Madrid. Una vivienda de ocho alturas con fachada de celosía rosa para filtrar mejor los rayos del sol. Una casa en la que cada planta cumple una importante misión. Casada y madre de tres hijos, su vida es un no parar.
Marta de la Rica es la interiorista que está de moda y de la que todo el mundo habla. Hija de Blanca Entrecanales, heredó de su madre el amor al campo y de su padre el amor a las piezas de arte más especiales. Su madre, la hermana del presidente de Acciona, vive en Dehesa el Milagro, una finca con granja donde creó su proyecto ecológico en 2012.
Marta de la Rica vive en la capital de España, pero con un pie en Biarritz donde tiene su segunda residencia y un interesante negocio de venta de muebles y restaurante. Comenzó su andadura en 2013 influenciada por su padre, anticuario por pasión, no de profesión, porque es financiero.
Su pasión por los cachivaches comenzó temprano, siguiendo los pasos de su padre,- decorador y coleccionista de antigüedades-, y acompañándole en sus visitas a ferias y anticuarios. De él aprendió la emoción que produce la búsqueda de tesoros y la capacidad para sacar el alma de las piezas y plasmarla en los espacios.
Lo ordinario en extraordinario
Esta joven arquitecta de interiores no para, está de plena actualidad y trabaja como interiorista en varios países además de España, como son Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Suiza.
Busca la belleza y la armonía en la vida cotidiana, e intenta «convertir lo ordinario en algo extraordinario, creando espacios con alma», según dice su propia web. Algo nada fácil.
Sus proyectos llevan lógicamente su sello: saber hacer mezclas acertadas con el uso de color, las texturas, la artesanía, los muebles antiguos y los objetos únicos. Todo siempre muy medido, al milímetro, para conservar las proporciones. El buen ojo, es clave para el éxito de un espacio.
Los interiores de Marta de la Rica están diseñados especialmente para resistir el paso del tiempo. No son modas ni tendencias. Van más allá de ser una bella fotografía. Marta de la Rica pretende que sus casas ganen valor con el paso de los años. Tal y como ocurre con su estudio, de interiorismo, que cada día está más solicitado.