Ana Torroja cumple 65 años: la nueva vida de una marquesa en México

Es hablar de Ana Torroja y automáticamente pensar en el grupo de música Mecano, pero lo que muchos todavía no saben es que es marquesa de Torroja desde el año 2022. Y es que la artista heredó este prestigioso título de su padre. Este sábado cumplió 65 años, una cifra redonda que le llega en un momento de plenitud, afincada en México.

El título de Marquesa de Torroja fue concedido a su abuelo paterno, el ingeniero Eduardo Torroja, por Francisco Franco en 1961, a título póstumo. Eduardo era conocido como el «mago del hormigón armado» porque fue un pionero en su campo y dejó una huella significativa en la arquitectura española, participando en proyectos de gran relevancia como las cubiertas del Hipódromo de la Zarzuela. A pesar del prestigio asociado con este título, Ana ha declarado en diversas ocasiones que no le daba demasiada importancia. No le da ningún privilegio, «al tratarse de una distinción meramente honorífica cuyo contenido se agota en el derecho a usarlo y a protegerlo frente a terceros», tal y como establece la la Ley 33/2006, de 30 de octubre, sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios.

Ana, que es la mayor de seis hermanos, creció en una familia de alta alcurnia, rodeada de figuras influyentes. Su padre, José Antonio Torroja, destacado ingeniero y galardonado con el Premio Nacional de Ingeniería Civil en 2007, y su madre, María del Carmen Fungairiño Bringas, enfermera y ama de casa, fueron piezas clave en su desarrollo, aunque ambos fallecieron, su madre en 1985 y su padre en 2021. Su historia familiar fue esencial para su crecimiento personal y profesional. Así las cosas, a principios de los años 80, Mecano se convirtió en el grupo de referencia en España y América Latina, con discos que hoy son considerados clásicos, como Descanso dominical (1988), que vendió más de 11 millones de copias.

La vida de Ana, como la de todo ser humano, también ha estado marcada por momentos difíciles. Uno de ellos tuvo lugar en el año 2008. Y es que mientras viajaba junto a la actriz Esther Arroyo y varios amigos cuando una furgoneta se cruzó en su camino. El accidente costó la vida al conductor de la furgoneta, y Ana sufrió una fractura de clavícula y otras lesiones graves.

En 2014, otro desafío legal se sumó a su vida. La Agencia Tributaria la condenó por un delito fiscal relacionado con su residencia fiscal. Durante años, la cantante había intentado hacer creer a la administración que vivía en el Reino Unido, con el fin de evadir impuestos relacionados con sus ingresos por discos y conciertos. Sin embargo, ni en España ni en el Reino Unido estaba tributando correctamente. La sentencia fue de nueve meses de cárcel, que pudo sustituir por el pago de 9.000 euros, además de una multa del 70% sobre su deuda tributaria. Después de este contratiempo, Ana decidió mudarse a México en 2015, donde reside desde entonces. A pesar de su residencia en el país latinoamericano, nunca ha dejado de sentirse española, y regresa cuando puede.

En su vida personal, siempre ha sido discreta. En 2003, se casó con el productor Rafael Duque en una ceremonia privada en Mallorca, a bordo de una goleta, rodeada solo de amigos cercanos y familiares. Dos años después, a los 45 años, Ana se convirtió en madre de Jara, su única hija, a la que tiene apartada del foco. Sin embargo, en 2023, cuando recibió su Grammy Latino, no pudo evitar dedicar unas emotivas palabras a su familia: «Rafa, cariño, y a mi hija, que no está aquí, gracias por apoyarme siempre, por ser mi fuerza, mi motor, mi refugio».