El Príncipe Harry se desvincula de su fundación Sentebale tras las acusación de «acoso racista y sexista»

En un giro que pocos esperaban, el Príncipe Harry ha decidido dar un paso atrás y renunciar a la fundación que cofundó en 2006, Sentebale. Junto a su amigo, el Príncipe Seeiso de Lesotho, Harry dio vida a esta organización benéfica dedicada a combatir la pobreza y el sida en el sur de África, específicamente en Lesoto y Botswana. Sin embargo, la reciente renuncia llega en medio de una crisis interna que ha fracturado la estructura misma de la fundación, sumiéndola en una controversia que amenaza con empañar su legado.

A través de un comunicado conjunto, visto por The Times pero aún no oficializado, Harry y Seeiso expresaron su consternación ante los eventos que han llevado a esta inesperada decisión. «Lo que ha ocurrido es impensable. Estamos conmocionados por tener que hacer esto», afirmaron, mientras trataban de entender cómo su organización había llegado a este punto crítico. La renuncia no solo involucra a los fundadores, sino también a la totalidad del consejo directivo, que ha quedado enredado en un conflicto irreconciliable con la presidenta del consejo, Sophie Chandauka.

Chandauka, una abogada nacida en Zimbabue y nombrada presidenta el año pasado, ha sido el centro de una tormenta al denunciar públicamente un «encubrimiento» dentro de Sentebale. En declaraciones al Daily Mail, acusó a la administración de la fundación de «gestión débil, abuso de poder, intimidación, acoso, misoginia y discriminación contra las mujeres negras». Su testimonio, explosivo y cargado de emoción, no dejó lugar a dudas sobre su postura. «Este no es un proyecto de vanidad al que pueda renunciar cuando me llamen a rendir cuentas. Soy una africana que ha tenido el privilegio de una educación y una carrera de primer nivel. No me dejaré intimidar. Debo defender algo. Defiendo a aquellas mujeres que no tienen los medios ni los recursos necesarios», sentenció.

El conflicto interno de Sentebale se desató tras la controvertida decisión de trasladar la operación de recaudación de fondos a África. Este movimiento generó el descontento de varios miembros clave de la fundación, quienes se vieron obligados a abandonar sus cargos. Los fideicomisarios pidieron la renuncia de Chandauka, lo que provocó una respuesta desafiante de la presidenta, quien optó por presentar una demanda.

Ante este panorama, el Príncipe Harry mostró su apoyo a los fideicomisarios, argumentando que su pedido de dimisión estaba en el mejor interés de la fundación. No obstante, la presidenta se mantuvo firme en su negativa, lo que condujo a la renuncia en bloque de los administradores. Entre ellos, figuras cercanas al príncipe, como Mark Dyer, y otros miembros clave como Timothy Boucher, Audrey Kgosidintsi, Kelello Lerotholi y Damian West. En su comunicado de dimisión, los exadministradores lamentaron profundamente la situación. «Nuestra prioridad siempre ha sido, y siempre será, lo que es mejor para la organización benéfica», señalaron, añadiendo que era «desesperadamente triste» que la ruptura hubiera llegado a tal extremo, con una demanda legal interpuesta contra la fundación.

El escándalo ha sacudido los cimientos de Sentebale, llevando a la dimisión de Richard Miller, quien fuera director ejecutivo durante cinco años. También dejaron sus cargos la baronesa Chalker, exministra de Desarrollo Exterior, y Johnny Hornby, magnate de la publicidad, quien abandonó su puesto tras once años como fideicomisario, cinco de ellos como presidente.

En medio de la tormenta, la Comisión de Beneficencia del Reino Unido ha confirmado que está evaluando las preocupaciones sobre la gobernanza de Sentebale y que podrían tomarse medidas regulatorias. Mientras tanto, un portavoz de la fundación aseguró que aún no se ha recibido una notificación oficial sobre la renuncia de Harry, dejando el futuro de la organización en un limbo incierto.

Esta crisis en Sentebale no es solo otro capítulo en la vida del Príncipe Harry, sino otro golpe para su legado filantrópico. Desde su salida de la familia real británica junto a su esposa, Meghan Markle, el Príncipe Harry ha enfrentado retos constantes en la gestión de sus proyectos benéficos. La incertidumbre sobre el futuro de Sentebale podría cambiar, para siempre, el rumbo de esta organización crucial para miles de personas en África.