
Mario Vargas Llosa, con su nieto Leandro
Vargas Llosa celebra su cumpleaños en el umbral de los 90: «Hay que bajar la intensidad»
Tras abandonar la escritura, el premio Nobel celebra su 89º cumpleaños en Lima rodeado de su familia al completo
En el otoño de 2023, Mario Vargas Llosa anunció su retirada del oficio literario, que tantas satisfacciones le brindó. Hizo las maletas y regresó a Perú, dejando atrás ese escenario madrileño convertido en la civilización del espectáculo de la que él siempre renegó. No podía dar un paso por las inmediaciones de su casa, en el barrio de Los Austrias, sin tropezar con un paparazzi preguntándole por las intimidades de su vida, que ventiló en el pasado en algún photocall. Este viernes 28 de marzo cumple 89 años, en Lima, acompañado de su exmujer Patricia Llosa, sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana y algunos de sus nietos.
Su familia está completamente volcado en él, muy pendientes de su salud y con todo tipo de gestos de cariño. Tras ocho años de relación con Isabel Preysler, su exmujer ha tenido la generosidad de permitirle que vuelva a su lado. Le ha perdonado, una vez más. Un hombre en el crepúsculo de su vida que ha logrado que todo sea como antes.
Las últimas fotografías del premio Nobel las ha difundido su hijo Álvaro, portavoz del escritor, en Twitter. Fueron tomadas el pasado martes y Vargas Llosa aparece en los puntos de Lima donde ambientó sus dos últimas novelas, Cinco Esquinas (2016) y Le dedico mi silencio (2023). Aparece con su nieto Leandro, en la zona de Cinco Esquinas, en Barrios Altos. «Pasó por la inaccesible casa donde nació Felipe Pinglo (Le dedico mi silencio) y la Quinta Heeren», escribió.
Se ha especulado mucho sobre su estado de salud, aunque más allá de varios episodios de covid y problemas de movilidad, sus achaques son los propios de un hombre de 89 años. El pasado octubre ya no viajó a Madrid para asistir a la fiesta de su Cátedra, que celebra desde hace varios años en la finca de El Jaral de la Mira, propiedad del cocinero Mario Sandoval.Él «está en el umbral de los 90 años, es una edad a la que uno tiene que reducir un poco la intensidad de sus actividades», señaló su hijo Álvaro, sin mencionar la actual condición de su padre. «Él tiene actividad intelectual y una actividad familiar muy intensa», añadió.
Vargas Llosa está aprovechando su retiro para recorrer los escenarios sobre los que se cimenta su obra literaria. El pasado febrero, acudió la prisión de Lurigancho, ubicada en el norte de la ciudad, uno de los lugares donde transcurre su novela Historia de Mayta, publicada por primera vez en 1984. Un mes antes, se fotografió en una calle de la capital en la que está ambientada parte de una de sus obras más célebres, La ciudad y los perros, y en diciembre fue al Colegio Militar Leoncio Prado, que fue el escenario principal de la misma novela, la primera del autor.
También han vuelto a visitar el local limeño en el que estaba instalado el bar La Catedral, que inspiró su célebre novela Conversación en La Catedral, publicada en 1969. Una vuelta a sus orígenes y la semilla de su prolífica carrera.