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11 de septiembre de 2024

El SMS Emden

El SMS Emden

Picotazos de historia

El Emden, el corsario alemán de la Primera Guerra Mundial y el ataque en Penang

El 25 de octubre, el capitán Müller decidió dirigirse hacia el puerto de Penang, una importante base naval aliada donde se encontraban fondeados algunos buques de guerra rusos y franceses

En un picotazo anterior les presenté a ustedes la persona del capitán Von Müller, comandante del crucero corsario Emden durante la Primera Guerra Mundial. Las principales características de sus acciones, que le ganarían el respeto y admiración de sus propios adversarios, fueron la imaginación y la audacia, unido a un gran respeto y humanidad para con el enemigo. Todo ello le pagaría buenos dividendos.

A las 22:00 horas del día 22 de septiembre de 1914, Müller se introdujo en el puerto de Madrás y destruyó parte de sus depósitos de combustible, causando un gran perjuicio al caer el volumen de las exportaciones en un 60 %, durante el tiempo en que estuvo el puerto fuera de servicio.

Tanques de petróleo ardiendo en Madrás

Tanques de petróleo ardiendo en Madrás

El 25 de octubre, Müller sorprendió a su tripulación dando orden de hacer prácticas de combate contra navíos enemigos. Y es que nadie sabía que uno de los capitanes de las últimas capturas realizadas le había contado a Müller que en el puerto de Penang (sito en Georgetown, capital de la isla de Penang, en la península de Malaya) había barcos de guerra. Müller conocía el puerto y sabía que no contaba con defensa alguna por lo que era muy tentador.

A las 4:30 de la madrugada del día 28 de octubre, con su barco alterado para que su silueta se confundiera con la del crucero británico HMS Yarmouth, el Emden entró en el puerto de Penang, tras haber esquivado la vigilancia del destructor francés Mosquet, que protegía la entrada del mismo.

Karl von Müller , quien se desempeñó como oficial al mando del barco desde 1913

Karl von Müller , quien se desempeñó como oficial al mando del barco desde 1913

Von Müller se acercó al crucero Zhemchug (Perla en ruso), de 3.105 toneladas que estaba bajo el mando del barón I.A. Cherkassov. El crucero ruso estaba en mantenimiento, tenía todas sus calderas en limpieza y reparación excepto una, por lo que el barco no tenía energía para activar los elevadores que alimentaban de munición a las diferentes piezas de artillería, por lo que solo contaban con cinco proyectiles por unidad. No se habían reforzado las guardias a pesar de tener noticia de que el Emden estaba por la zona. El crucero estaba con todas sus luces encendidas y su comandante ausente, cenando en el elegante hotel Easter and Oriental de la capital en compañía galante. Por su parte la tripulación estaba disfrutando de las atenciones de un número indeterminado de prostitutas (entre veinte y treinta ) que habían sido invitadas a bordo.

A menos de 200 metros de distancia, el Emden izó el pabellón de guerra de la marina imperial alemana, abriendo fuego con todas sus piezas de 10,5 centímetros de calibre y largando un torpedo al desprevenido crucero ruso. Un segundo torpedo remató al Zhemchug enviándolo al fondo y dejando un balance de 81 rusos muertos y 129 heridos. De las pobres prostitutas nadie se ocupó.

El Emden abandonó con rapidez el puerto, acribillando de paso la motora del práctico que confundió con una lancha torpedera –algo de lo que Von Müller se disculparía luego profusamente– y enviando al fondo del mar al destructor francés, que alertado por las explosiones presurosamente entraba para saber qué había pasado.

El comandante Cherkassov y la oficialidad del desgraciado crucero ruso tuvo que presentarse ante la Comandancia Naval de Vladivostok, donde se llevó a cabo una investigación que determinó que se hiciera consejo de guerra al comandante y primer oficial, teniente de navío Kulibin. Ambos fueron degradados a simples marineros, se les privó de todas sus condecoraciones y no acabaron en prisión por un perdón especial del Zar, que se apiadó de ellos.

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