El espionaje falangista, la red secreta de Franco en Estados Unidos durante la Guerra Civil española
El FBI y el Departamento de Estado de los Estados Unidos iniciaron operaciones de contrainteligencia contra la red de espionaje española
«Durante el periodo que abarcó la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial, la Falange española estableció una red de simpatizantes en Nueva York, California y Puerto Rico. El objetivo era ganar respaldo político para el régimen de Francisco Franco». Esta es una de las Anécdotas de diplomacia y espionaje en las relaciones entre Estados Unidos y España, 1936 – 1947, sobre las que habló el profesor John Nieto-Phillips, del Departamento de Historia y Estudios Latinos en la Universidad de Indiana, durante las jornadas America&Spain, 250 años de relaciones con EE.UU., organizada por el Queen Sofía Spanish Institute y la Fundación Ramón Areces. Es una auténtica historia de espionaje que implica una red clandestina y un envío de armas encubierto no tan secreto.
Una de las historias más intrigantes reveladas en la conferencia es la del barco mar Cantábrico, capturado por el crucero Canarias del bando nacional durante la Guerra Civil española. «Había rumores en la prensa norteamericana de la presencia de unos barcos en el puerto de Nueva York que abastecían a las tropas republicanas de armamento», describió Nieto. Uno de estos barcos fue el mar Cantábrico, «que zarpó del puerto de Brooklyn la mañana del 6 de enero con destino Valencia».
Como una escena propia de una película, «en plena travesía, los marineros cambiaron el nombre del buque, pintaron el casco y cambiaron las banderas españolas por británicas», describió el profesor. Sin embargo, supieron que el estrecho de Gibraltar estaba vigilado, y decidieron poner rumbo a Bilbao, pero durante la navegación el buque fue interceptado por el crucero Canarias, que pertenecía al bando nacional. Un tribunal militar juzgó a los más de 40 tripulantes y los condenó a prisión, «salvo a 17 que fusilaron», explicó el profesor.
Espionaje falangista
Esta historia del mar Cantábrico está relacionada con la red de espionaje falangista. La noche de la salida del barco, una «persona misteriosa», así la llamó el New York Times, «entregó un paquete a un agente de Franco, no nombrado, en Manhattan. En su interior había correspondencia de Fernando de los Ríos, el embajador republicano en Washington. El contenido detallaba la misión, la trayectoria de la nave, el plan para eludir a los nacionales, los secretos de comunicación y frecuencias de radio que se utilizarían durante el viaje. Desde el primer día en que el carguero salió de Nueva York, los nacionales estaban al tanto de sus movimientos y su destino estaba sellado», comentó el profesor.
Detrás de estas y otras acciones estaba la red falangista. Un senador norteamericano, que se hizo eco de lo sucedido, culpó al diplomático Juan Francisco de Cárdenas, que era el representante del gobierno nacional de España en los Estados Unidos. Aunque lo sucedido salió en los principales periódicos de la ciudad de Nueva York, no hubo una respuesta política, pero el FBI, el OSS (Oficina de Servicios Estratégicos), la OIN (Oficina de Inteligencia Naval) y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, iniciaron operaciones de contrainteligencia porque tenían una «profunda preocupación por la posible formación de una quinta columna compuesta por nazis y falangistas», en su país, según aparece reflejado en los informes desclasificados que el profesor John Nieto-Phillips encontró hace varios años.
Entre esos documentos descubrió que «un grupo de empresarios españoles y puertorriqueños formaron una asociación llamada Casa de España, que durante los siguientes seis años serviría como centro para los simpatizantes de la Falange en la costa Oeste», afirmó. En todo caso, estas dos anécdotas un tanto «polémicas», demuestran la desconfianza entre ambos países en aquellos años, pero a partir de la disolución de la red por orden expresa de Franco en los años 40, se pudieron «sentar las bases para una colaboración estratégica durante la Guerra Fría».