Fundado en 1910
Nir Koren, rabino principal de la Comunidad Judía de Guatemala

Nir Koren, rabino principal de la Comunidad Judía de GuatemalaCortesía

Entrevista al rabino principal de la Comunidad Judía de Guatemala

Nir Koren, sobre la secta Lev Tahor de Guatemala: «Casan a niñas a los 12 años. No tienen nada que ver con el judaísmo»

Fundada en los años 80, la secta ha migrado entre países como EE. UU., Israel, Canadá, México y Guatemala en medio de acusaciones de trata, abuso infantil y matrimonios forzados

El pasado diciembre, las autoridades guatemaltecas rescataron a 160 menores de edad, víctimas de posibles «delitos de trata de personas en modalidad de embarazo forzado, abuso infantil y violación». El último día de 2024 fue arrestado en El Salvador Jonathan Emmanuel Cardona Castillo, líder del grupo llamado Lev Tahor (Corazón Puro, en hebreo), contra el que se había emitido una alerta roja de Interpol.

Fundada en los años 80, la secta ha migrado entre países como EE. UU., Israel, Canadá, México y Guatemala en medio de acusaciones de trata, abuso infantil y matrimonios forzados.

Lev Tahor es conocida por su aislamiento, austeridad y prácticas religiosas extremas. Sus integrantes siguen una dieta que va mucho más allá de la estricta comida kosher de los ultraortodoxos judíos, rechazan totalmente la tecnología y aseguran seguir ritos del judaísmo arcaico. Las mujeres, desde niñas, visten de oscuro y cubiertas de pies a cabeza —guantes incluidos—, de manera similar al burka bajo el régimen talibán.

Niñas con burka en las instalaciones de la secta Lev Tahor en Guatemala

Niñas con burka en las instalaciones de la secta Lev Tahor en GuatemalaCortesía

Pero, ¿Cómo vive esa secta radicada en plena selva y que ha encendido todas las alarmas? Comunidades judías en todo el mundo han condenado sus prácticas y los detalles que van trascendiendo. Israel ha enviado una delegación gubernamental para colaborar, si se requiere, con las autoridades del país centroamericano.

En una entrevista con El Debate, el rabino principal de la Comunidad Judía de Guatemala, Nir Koren, explica los pormenores de la compleja situación generada por ese grupo fundamentalista que se autoproclama judío, pero cuyas prácticas radicales se alejan del judaísmo tradicional.

— ¿Cómo explica la situación creada con Lev Tahor?

— Se trata de un tema que desde hace muchos años la comunidad judía tiene que enfrentar, porque ellos son judíos y cuando los presentan en los medios, por lo general se genera cierta confusión. La gente cree que tal vez ellos pertenecen a la Comunidad Judía y no es así.

— ¿Cuántos miembros integran la Comunidad Judía de Guatemala?

— Entre 500 y 600 personas. Pero ellos (Lev Tahor) son una comunidad paralela y no se sabe exactamente cuántos son, se estima que tal vez unas 300 personas, la mayoría son niños. Viven como secta y casan a niñas en muchos casos, produciéndose atrocidades como abusos sexuales y matrimonios a los 12 años. Por eso tienen muchos hijos.

— ¿Qué nos puede contar sobre la situación de la secta en Guatemala?

— La mayor parte de los integrantes de esta secta son niños, precisamente porque las mamás son muy jóvenes. Las autoridades retiraron la custodia de 160 niños. Lamentablemente hay muy pocos adultos que pueden contar cómo se estableció esta comunidad y por qué han ido de país en país.

Entrada de las instalaciones de la secta Lev Tahor en Guatemala durante la visita de rabinos judíos

Miembros de la secta Le Tahor junto a un grupo de niños en las instalaciones de su sede en Guatemala.Cortesía

— ¿Cómo surge Lev Tahor?

— Esta secta empieza en los años 80 por Shlomo Helbrans. En los 90 llegan a Estados Unidos gracias a este líder carismático que era un estudioso talmúdico. Era una persona que, si bien tenía ideas locas, estas sí tenían algo que ver con la Torá. No como su hijo que la lidera ahora, quien está muy lejos del judaísmo y tiene costumbres muy raras. Nos hemos encontrado con ciertas cosas que, de verdad, son costumbres muy, muy peculiares.

— ¿Puede poner un ejemplo?

— Viví una situación en la que tuve que enterrar (según el rito judío) a una persona que había salido de esta secta y uno de sus discípulos se quedó a dormir con el difunto. Cuando al día siguiente iba a proceder, lo encontré en medio de la nada. Le indiqué que no tenía que cuidar del cuerpo y que no debía estar ahí, sino fuera del recinto, pero él se quedó ahí toda la noche a velarlo. Es gente muy básica.

— ¿Cree que sus costumbres, algunas de ellas ilegales o que rozan la ilegalidad, les han llevado a ser itinerantes?

— Siempre han estado rodeados de cosas bien extrañas. Después de asentarse en Estados Unidos y luego en Canadá, emigraron hace diez años a Guatemala. Algunos llegaron desde México donde murió su líder tras sumergirse en un río y ahogarse allí. En algún momento trataron de emigrar a Irán y a otros lugares.

Viven como delincuentes y de una manera no normativa

La realidad es que viven como delincuentes y de una manera no normativa. Son personas que hacen cosas muy peligrosas y muchas veces en contra de la ley. Esta vez la Policía encontró cuerpos enterrados, no se sabe muy bien qué sucedió, pero sí se sabe que su estilo de vida es muy diferente al nuestro.

Cuando tratan de llegar a ellos se requiere de intérpretes porque no hablan ningún otro idioma fuera de un dialecto del yidish. Rehúsan la comunicación, aunque algunos hablen hebreo, y no se puede hablar con ellos. Básicamente son una secta y tienen órdenes muy claras de qué hacer o no hacer, así que es casi imposible sacar información, procesarlos, establecer acusaciones no es fácil.

— ¿Cómo ha afectado todo esto a la comunidad judía de Guatemala?

—Hay un grupo que trata este tema a nivel político y vive toda esta cuestión bajo un punto de vista humanitario, porque no debemos olvidar que los afectados son niños judíos que están pasando una situación muy difícil y no debemos cerrar los ojos, ya que ese sufrimiento no puede quedar ajeno a la comunidad. Los niños son niños y debemos ayudar en todo lo posible. Por otro lado, obviamente no estamos de acuerdo con esas ideologías y nos parece todo el tema repugnante. No tenemos nada que ver con ellos, así que debemos vivir con esa dualidad compleja.

Decenas de niños en las instalaciones de la secta Lev Tahor en Guatemala

Decenas de niños en las instalaciones de la secta Lev Tahor en GuatemalaCortesía

— ¿Les han solicitado ayuda?

— Sí, las autoridades han solicitado nuestra intervención pidiendo traductores, porque ellos no tienen cómo hablar con los miembros de la secta y algunos entienden y hablan hebreo. Yo personalmente hablé con algunos de ellos. Hablan algo de español. Se han dado situaciones en las que alguna persona ha intentado entrar en su recinto y les gritan en hebreo y español para que se vayan, se ponen muy violentos y alegan que es una propiedad privada. En varias ocasiones han tratado de armar un caso judicial para sacarlos, viven junto a la frontera con El Salvador como secta. Por eso existe el riesgo de que puedan irse al otro lado, como ha ocurrido. Se trata de una fortificación, como una fortaleza de la Edad Media.

— ¿Cómo es el estilo de vida de los miembros de la secta?

— Nos pidieron ayuda con el tema de la comida. Tuvimos que explicar a las autoridades las leyes de la comida kosher. Pero ellos son muy diferentes, no van a consumir nada de lo que nosotros consumimos. Recomendamos sobre todo que les den frutas y verduras sin pelar ni cortar, porque si no, no las van a consumir. Para que entiendas, los niños no sabían lo que es una naranja, y cuando la probaron quedaron fascinados con esa fruta. Esos niños que viven una vida muy sufrida, nunca habían visto un juguete.

— Entonces, ¿cómo lo definiría?

— Locos hay en cualquier religión y en cualquier lugar del mundo y el hecho de que ellos representen a la religión judía no los vuelve menos locos. Son una secta con reglas internas que ellos inventaron, entendieron o interpretaron, o lo que sea, que son rígidas y de las que no existen desviaciones. Los niños, ni siquiera conocían otro mundo fuera de las paredes del centro. Cualquiera que se desvía de las reglas tiene que ser castigado. Tienen ciertas cosas que a nosotros nos preocupan, porque ellos ligan su ideología a la religión y no tiene nada que ver con la religión judía, ni siquiera con los ultra religiosos hasídicos.

Luchan por proteger a la secta de la «contaminación» e «impurezas» del mundo y, lamentablemente, así funcionan todas las sectas.

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