La Fiscalía alemana acusa a cinco activistas climáticos de formar una organización criminal

Una fiscalía alemana ha acusado a cinco activistas del extinto movimiento por el clima «Letzte Generation» («Última Generación») de formar una organización criminal, orientada a la comisión de delitos penales, según informó el propio grupo de protesta en un comunicado.

«La Fiscalía General de Múnich, Oficina Central de Baviera para la Lucha contra el Extremismo y el Terrorismo (ZET), ha presentado con fecha de 28 de febrero de 2025 ante la Audiencia Provincial de Múnich contra cinco miembros de la 'Última Generación' cargos de constitución de organización criminal», confirmó la Fiscalía a la agencia EFE.

Por su parte, el movimiento por el clima señaló en un comunicado que los cinco activistas han sido acusados «por su compromiso pacífico en la antigua 'Última Generación'», antes de que el movimiento presentara su nueva estrategia para exigir un cambio de rumbo en la lucha contra el cambio climático y anunciara que dejaría de pegarse al asfalto para bloquear el tráfico, una de sus principales señas de identidad.

«En un momento en que la crisis climática se agrava y un renovado fascismo podría ensombrecer nuestro mundo, la acusación debe verse como un ataque al compromiso de la sociedad civil como pilar de la democracia», declara el grupo de protesta.

El escrito de acusación consta de 149 páginas y va dirigido, entre otros, contra los activistas Carla Hinrichs y Wolfgang Metzeler-Kick, este último conocido por su huelga de hambre ante la sede de la cancillería en Berlín, además de Christian Bläul, de Sajonia, y Ingo Blechscmidt, de Baviera, así como Imke Bludszuweit, integrante del núcleo dirigente del movimiento.

Según el movimiento climático, «no está claro qué criterios se utilizaron para seleccionar precisamente a estas cinco personas».

En mayo de 2023 se realizaron registros en los domicilios de miembros del movimiento climático en varios estados federados.

Las autoridades acusaron entonces a los sospechosos de haber reunido un total de 1,4 millones de euros a través de una campaña de recaudación de fondos, que el movimiento medioambiental utilizó presuntamente para cometer principalmente delitos penales.

Dos sospechosos también intentaron supuestamente sabotear un oleoducto entre el puerto italiano de Triestre y la ciudad alemana de Ingolstadt, considerado una infraestructura crítica.

Según el semanario Spiegel, el hecho de que «Última generación» haya cambiado su estrategia también ha influido en que se presenten ahora los cargos, ya que esto limita el periodo durante el cual puede acusarse al movimiento de haber formado una organización criminal.

La «Última Generación» había anunciado el año pasado un cambio de estrategia y en febrero se disolvió para crear dos nuevos grupos: la «Nueva Generación» y «Colectivo de resistencia».