Los peatones son los usuarios más vulnerables de la calzada

Los peatones son los usuarios más vulnerables de la calzada

Práctico

La increíble multa que te puede poner la DGT por salpicar a un peatón

Si mantenemos la velocidad adecuada es muy fácil evitar salpicar a los peatones aunque tengamos que circular sobre una balsa de agua

La llegada de las grandes borrascas otoñales está provocando más problemas de tráfico de los previstos. Tras meses sin llover, esta semana se ha puesto a diluviar como si no hubiera un mañana, y las previsiones anticipan que se mantendrán los chubascos en toda España.

La falta de mantenimiento de arquetas y alcantarillas fomenta la aparición de grandes charcos y bolsas de agua en las calzadas. Algunas han provocado ya horas de retenciones en la capital, lo que ha obligado a intervenir a los bomberos.

Bolsas de agua

En este contexto nunca faltan los graciosos que por acción u omisión pisan un charco con el neumático del coche, proyectando litros de agua contra los peatones de la calzada. Ni que decir tiene lo que ocurre si la acción se produce en la parada de un autobús o similar.

La velocidad es clave para no salpicar peatones en los charcos

La velocidad es clave para no salpicar peatones en los charcos

Tal y como recoge el Código de Circulación, las normas de tráfico sirven tanto para proteger a los conductores como a los ocupantes de la vía que no usan ningún vehículo. Nos referimos a los peatones.

Inevitable

Es cierto que en ocasiones es imposible no pisar algunas de las acumulaciones de agua de la calzada, pero si se hace a una velocidad adecuada se evitan problemas con los peatones.

De hecho hay hasta tres artículos que pueden aplicarse perfectamente a la convivencia entre los conductores y los peatones.

Varios coches circulan bajo la lluvia, a 29 de mayo de 2023, en Madrid

En días así sólo sirve reducir al mínimo la velocidad

El artículo 2 del Código de Circulación quizá sea el más genérico. Recoge que «los usuarios de la vía están obligados a comportarse de forma que no entorpezcan ni causen peligro a otras personas». El artículo 3 incide en lo mismo, expresándose en estos términos respecto al conductor, que debe «circular con diligencia y precaución para no poner en peligro al resto de ocupantes de la vía».

Por último, el artículo 46 explica que «se conducirá a velocidad moderada e incluso se detendrá el vehículo… cuando pueda proyectarse agua o grava sobre otros ocupantes».

Desobedecer estos artículos al mojar a otros ocupantes de la vía se considera una infracción leve, que está sancionada con una multa entre 80 y 100 euros.

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