El truco para saber si el charco de líquido que hay debajo de tu coche es normal o tiene una avería

Con la llegada del calor es habitual que los coches tiren líquido y acumulen debajo un charco que habitualmente alarma al propietario.

Es cierto que puede tratarse de una avería muy sería que en condiciones normales debería obligarnos a parar de inmediato y llamar una grúa, aunque también también puede ser algo completamente normal.

Tacto y olfato

Para saber distinguir entre una u otra situación conviene que comprobemos de qué líquido se trata. Para ello basta con mover el coche y tocarlo con los dedos.

Si el líquido no huele a nada y tiene la textura del agua, tranquilidad absoluta, pues lo normal es que sea líquido procedente de la condensación del sistema de climatización.

Que no cunda el pánico

Si el líquido no huele a nada y tiene el tacto del agua pero un sospechoso color fluorescente, atención porque el coche está tirando líquido refrigerante.

Esta avería en fase inicial no es muy seria y puede arreglarse con relativa facilidad y bajo coste, pero si circulamos sin refrigerante la temperatura del motor puede subir y terminar por gripar el motor.

En el caso de que el líquido sea aceitoso hay dos posibilidades, la primera es que sea aceite, quizá la peor de todas las averías y la más cara, pues puede indicar que el motor tira aceite, lo cual puede obligar a desmontarlo entero para sustituir alguna de las juntas o similar.

Si el aceite cae a chorros es muy posible que un golpe en los bajos del coche haya provocado la rotura del cárter, una mala y cara noticia.

¿Combustible?

La segunda es que sea combustible, el gasóleo tiene un tacto y olor aceitoso, por lo que debe ser un taller el que determine si la fuga es de aceite o de gasóleo, mientras que la gasolina es muy sencilla de distinguir por el olor.

Estos son las principales causas por las que tu coche puede tirar líquido y dejar un charco debajo, una avería que puede ir desde unos pocos euros hasta unos cientos de euros.