Operario asiático en una fábrica de coches de China

Operario asiático en una fábrica de coches de China

Globalización

¿Y si Bruselas hubiera engañado a las marcas chinas y Europa no fuera la tierra prometida para el coche eléctrico?

El brutal giro que está dando la electrificación del automóvil en Europa ya ha provocado la salida de la multinacional china The Great Wall, que tenía varias marcas de coches y planes de llegar a España este año

Las últimas semanas están siendo realmente complicadas para los fabricantes chinos en Europa, por un lado se confirma la marcha atrás europea en materia de electrificación del automóvil y por otro Bruselas ha anticipado unos aranceles muy elevados que van a penalizar a todas las marcas chinas, llegando incluso al 38 % para algunas, una verdadera barbaridad.

Oficialmente no hay nada

Es cierto que aunque oficialmente no ha habido aún una marcha atrás de Bruselas respecto a la prohibición de la venta de coches de combustión en 2035, ya son muchos los fabricantes que hablan abiertamente de un panorama de multienergía en el que la gasolina e incluso el diésel convivirán muchos años con lo eléctrico.

El Kia Niro fue nombrado Women's World Car of the Year a primeros de este año, un galardón que premió sus múltiples cualidades. Está disponible con motores gasolina híbrido e híbrido enchufable así como 100 % eléctrico. Tiene un precio de venta que comienza en los 29.000 euros, una opción de compra sobresaliente

Al final más que electrificar el mercado, lo estamos 'hibridizando'

Es difícil pensar que el Parlamento europeo haga oficial una marcha atrás, sino que es más posible que vaya abriendo la puerta a opciones alternativas como hizo recientemente con los combustible sintéticos y puede hacer en breve con los biocombustibles.

Puertas paralelas

En plena epidemia de Covid, Europa enarboló la bandera de la electrificación e hizo de ella su estandarte a nivel mundial, lo que hizo que los fabricantes chinos de automóviles vieran en esa decisión una invitación en toda regla a vender coches en Europa.

Es cierto que ya lo habían intentado antes, pero la brecha de calidad entre unos y otros coches lo hacía impensable. De hecho los coches chinos no superaban ni las más básicas homologaciones de seguridad y emisiones europeas.

Los resultados de los crash test de los primeros coches chinos eran dantescos

Los resultados de los crash test de los primeros coches chinos eran dantescos

En aquel momento la industria china se puso a trabajar a toda máquina en el coche eléctrico, algo en lo que ya llevaba una década de ventaja a la industria europea, con la finalidad de invadir literalmente el Viejo Continente de coches eléctricos tan pronto como se abrieran las barreras después de la COVID.

Once millones de coches

Un mercado de unos once millones de coches era incentivo suficiente para que la industria el Gobierno chino abriera el grifo del dinero y las subvenciones a sus fabricantes para que trabajaran a destajo en coches eléctricos, de hecho muchas de estas marcas están participadas por el Gobierno local.

Los coches chinos suelen entrar en Europa en barco por Holanda

Y comenzaron a llegar los barcos cargados de coches chinos

La situación suponía una amenaza completa para la industria europea del automóvil, pues cinco años antes no tenía la más mínima intención ni capacidad para ponerse a producir coches eléctricos a la velocidad necesaria. Para empezar Europa carecía incluso de baterías, lo que nos dejaba en manos de los asiáticos para poder 'alimentar' a los coches eléctricos.

Lógicamente los asiáticos no nos iban a vender sus baterías de última generación, así que firmas como BYD traen baterías ultramodernas que los europeos aún no tienen ni disponibles, un salto tecnológico brutal.

Las baterías Blade de BYD permiten mejorar el aprovechamiento de cada milímetro

Las baterías Blade de BYD son mucho más modernas que las europeas

La realidad es que cuando el primer coche eléctrico chino pisó Europa el panorama no era el prometido. Para empezar los principales países europeos no apoyaban la transición al coche eléctrico con la intensidad necesaria, de hecho algunos como Noruega, Finlandia o Alemania decidieron retirar las ayudas a la compra de coches eléctricos, lo que provocó que el mercado de eléctricos en esos países se desplomara a finales del año pasado, cuando eran la locomotora europea de esta transición.

Red de carga precaria

En paralelo la red de carga en el sur de Europa era y es lamentable, y nadie es capaz de concebir la electrificación del automóvil sin una red a la altura de las circunstancias.

Con este panorama plantearse vender coches eléctricos al ritmo que preveían los chinos es ciencia ficción.

Las marcas chinas se debaten entre producir y vender coches híbridos con motor de gasolina o abandonar el Viejo Continente

Por si todo esto fuera poco, mientras las marcas chinas preparaban y ultimaban su flota de barcos de transporte de coches (Ro-Ro) Bruselas aplica ultima los detalles para la aplicación de los citados aranceles que va a desposicionar por completo a estas marcas en precio, con la intención de obligarlas a producir en Europa si quieren acceder a la tierra prometida. ¿Es para sentirse estafado o no?

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