Un Bladerunner en plena acción con una sierra en sus manos

Un Bladerunner en plena acción con una sierra en sus manos

No más multas

Así actúan los bladerunner, los defensores de los conductores que destrozan las zonas de bajas emisiones

Los conductores plantan cara a la puesta en funcionamiento de las limitaciones y prohibiciones a la circulación, unas veces de forma pacífica y otras no tanto

Las limitaciones y prohibiciones a la circulación que poco a poco se van imponiendo en todas las ciudades europeas están haciendo la vida imposible a millones de conductores, que ven como no pueden circular con sus antiguos coches o que están obligados a comprarse caros vehículos híbridos y eléctricos que no pueden permitirse.

En España la Plataforma de Vehículos Afectados por la Movilidad trata de defender los intereses y derechos de los conductores con acciones de protesta, manifestaciones y marchas lentas de vehículos afectados por las restricciones en determinados días, normalmente domingos.

Vía pacífica

Pero en otros países como el Reino Unido parece que las acciones pacíficas se les han quedado cortas y ha nacido un colectivo denominado los bladerunner (cazarrecompensas) que se dedican a sabotear estas zonas.

El bladerunner en plena acción, destrozando el poste en el que se sostiene la cámara

El bladerunner en plena acción, serrando el poste en el que se sostiene la cámara

Este colectivo, perfectamente organizado, actúa ya en ciudades como Londres, una de las más afectadas por el equivalente a las zonas de bajas emisiones.

15 eurazos por entrar

En este caso las popularmente conocidas como ULEZ (Ultra Low Emission Zone) no sólo limita la circulación de vehículos en función de sus emisiones, sino que además obliga a todos los conductores que quieren circular por el centro de Londres a pagar un peaje de 12,5 libras, unos 15 euros.

En este caso los bladerunners se dedican a sabotear estas zonas de una manera muy sencilla: destrozando las cámaras de control.

La cámara de identificación de matrículas sobre el asfalto

La cámara de identificación de matrículas sobre el asfalto

Este colectivo lleva ya meses operando en la ciudad, y los mismo sierran el mástil sobre el que se colocan las cámaras de bajas emisiones que la emprenden a golpes con ellas desde el suelo. Se trata de acciones de sabotaje que ya han destrozado centenares de equipos.

Pese a que las autoridades les explican que se trata de un delito muy perseguido los responsables no cesan sus acciones, que luego comparten en redes sociales buscando que otros conductores les imiten.

Más de 100.000 euros

En este caso conviene saber que este tipo de acciones, que en España son habituales contra los radares fijos de velocidad, se castigan con una multa más el coste de los equipos, con lo que podemos estar hablado de sanciones por encima de los 100.000 euros.

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