Inspección en carretera
¿Cómo sabe la Guardia Civil si te gusta correr más de la cuenta por las ruedas de tu coche?
Algunos detalles que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico conocen a la perfección les permiten saber que un conductor se ha pasado de la cuenta con el acelerador
Tal y como confirmó la DGT recientemente, este verano se van a incrementar de manera importante los controles de carretera, tanto los de alcoholemia, que podrían llegar hasta los seis millones anuales, como los de documentación y drogas.
Esta es la respuesta del organismo ante el incremento de fallecidos en carretera, en paralelo a una actualización del Reglamento General de Conductores.
6 millones de controles
Entre los controles también son habituales las ITV itinerantes, que son verificaciones en las que la Guardia Civil lleva a cabo una ITV muy superficial en un automóvil para verificar su estado. De hecho la Agrupación de Tráfico dispone de vehículos ITV móviles para realizar algunas pruebas sobre la marcha.
En este caso y tal y como nos desvela este conocido mecánico de redes sociales que trabaja como un inspector en una ITV, hay determinados detalles que permiten saber que a un conductor le gusta pisar el acelerador más de la cuenta.
Pisar el acelerador
En este caso nos muestra sobre los neumáticos de un Mercedes SL como un desgasta irregular de las ruedas traseras demuestra que al dueño le gusta pisarle, pues así lo revela el estado de la zona interior de la banda de rodadura.
También puede estar motivado por la misma causa un desgaste puntual de la zona externa de los neumáticos delanteros (los hombros), pues normalmente cuando un coche va ligero en curvas y rotondas castiga esta zona de las ruedas.
Otra cosa es que salvo tener la prueba de la medición de un radar un agente no podría multarnos por esta causa, salvo que el desgaste sea tan acusado que la profundidad del dibujo sea inferior a los 3 milímetros, actual margen de seguridad para la DGT.
Circular con los neumáticos desgastados supone un defecto grave que se sanciona con 200 euros, si el caso fuera especialmente peligroso los agentes podrían inmovilizar el vehículo.