Una broma de muy mal gusto que han denunciado decenas de conductores
Sanciones
La 'gamberrada' de un policía el día antes de retirarse: multar a más de 200 conductores en una mañana
Ni los compañeros del agente retirado ni los miembros de la corporación saben lo que pudo pasar por su cabeza para cometer esta acción
Nadie en Vitoria puede dar una crédito a lo ocurrido con la actuación de uno de los miembros de la Policía Municipal más veteranos de la ciudad. Un agente que sólo dos días antes de jubilarse llevó a cabo lo que el propio Ayuntamiento de la localidad ha calificado como una «gamberrada».
A falta de sólo dos días para jubilarse, el agente, del que no ha transcendido la identidad, decidió salir de ‘caza’ con el único radar móvil del que dispone el consistorio y regresó con 205 multas bajo el brazo en una sola mañana, una verdadera barbaridad.
Festival de multas
Para ello el agente se saltó un reglamento vigente desde 2013 que obligada a la Policía Local a ubicar siempre el radar en los mismos lugares, para que los vecinos no puedan denunciar intención recaudatoria en la actuación de los agentes. De hecho, las zonas donde se ubica el vehículo radar están identificadas como tal con la leyenda radar sobre el pavimento.
En el suelo se identifican las zonas donde se colocan los radares
El radar móvil está montado sobre un Ford Focus antiguo de color plata que ya es conocido en la localidad, lo que nadie esperaba era que este agente optara por esconderlo en lugares absolutamente inesperados, lo que le permitió obtener este festival de multas.
El radar inesperado
El problema ahora es que pese a las reclamaciones de los vecinos y conductores, las multas son absolutamente legales, por lo cual no hay la menor posibilidad de retirarlas.
La indignación es aún mayor porque el agente colocó los radares en los alrededores de dos polígonos industriales, Ali Gobeo y Júndiz, con lo cual la mayor parte de los sancionados son trabajadores.
El temido coche radar en su zona habitual de actuación
El cuerpo de policía tampoco puede sancionar al agente, pues ya disfruta de su jubilación alejado de la primera 'línea de fuego', una broma que tardará en olvidarse en la ciudad y que puede que aún no haya terminado.
