¿Por qué algunos conductores ponen un cono encima del coche?

Los automóviles han evolucionado más durante la última década que durante los últimos 30 años, una evolución que no siempre es del agrado de algunos ciudadanos, que ven en los vehículos una amenaza tanto para el medioambiente como para la convivencia en las ciudades.

Electrificación y conducción autónoma son dos de los fenómenos más llamativos de lo que conocemos como la nueva movilidad. Aunque los expertos no paran de decir que los automóviles del futuro estarán movidos por electricidad y conducirán solos, la realidad es que todo esto está yendo mucho más lento de lo que pensaban todos.

Problemas de convivencia

San Francisco, en los Estados Unidos, es uno de los pocos lugares en el mundo en el que la conducción autónoma es realidad, aunque en este caso se ciñe exclusivamente a los taxis y en proyectos en pruebas. Pese a ello en los dos años que lleva en funcionamiento ha demostrado problemas de funcionamiento que denuncian otros conductores.

Por un lado este tipo de vehículos han causado ya varios altercados al provocar atascos y colapsos del tráfico por fallos de programación, aunque es cierto que en ocasiones se deben a sabotajes orquestados, como cuando hace un año los conductores pidieron masivamente taxis en un punto concreto de una calle y todas las unidades disponibles en la ciudad se dirigieron allí.

Problemas y accidentes

También ha habido accidentes sonados, como cuando una unidad se chocó contra un autobús y otra atropelló un perro.

Esto provocó el nacimiento del movimiento Safe Street Rebel, que tiene por objetivo sabotear el buen funcionamiento de estos vehículos. Para ello han descubierto un sistema extremadamente sencillo: poner un cono sobre el capó del coche.

Este sistema vuelve loco a los vehículos y entran en un modo de protección que los deja parados hasta que alguien quita el cono, un sistema de protección que sirve para detener a los vehículos en caso de atropello.

En paralelo, en algunas ciudades europeas se ha puesto en marcha un fenómeno de protesta contra los SUV, vehículos considerados demasiado grandes y contaminantes, por lo que les dejan encima un cono para llamar la atención de los propietarios.