La diferencia entre tener o no etiqueta medioambiental es abismal

La diferencia entre tener o no etiqueta medioambiental es abismal

Electrificación

La DGT reconoce errores en las etiquetas medioambientales de miles de coches y permite cambiarlas a sus dueños

Existe un procedimiento que permite subsanar un error de la DGT que dejó sin etiqueta a miles de coches que la merecen y que otorgó la categoría B a miles de vehículos categoría C

Cuando la Dirección General de Tráfico creó las etiquetas medioambientales pocos conductores fueron conscientes de la que se les venía encima. Se trataba de una clasificación de los coches en función de criterios no muy rigurosos que serviría para prohibir su utilización en las ciudades años después.

Criterios poco rigurosos

Las Zonas de Bajas Emisiones basan su funcionamiento en estas etiquetas que comenzaron a recibir en su casa miles de conductores entonces y que a día de hoy están detrás del achatarramiento de muchos vehículos y de que decenas de miles de conductores hayan renunciado a la utilización de sus vehículos en ciudades como Madrid o Barcelona.

El reetiquetado de coches se ha convertido en una realidad

El reetiquetado de coches se ha convertido en una realidad

Por si esto fuera poco, el criterio de creación puede denominarse como poco riguroso, pues se hizo basándose en la fecha de matriculación de los automóviles y no en función de sus emisiones reales de CO2. Esto provocó que miles de coches recibieran una etiqueta B en lugar de una C o que directamente se quedaran sin etiqueta.

Criterio etiquetas

  • Sin etiqueta: vehículos gasolina anteriores a 2001 y diésel anteriores a 2006
  • Etiqueta B: gasolina a partir de enero 2001 y diésel enero 2006
  • Etiqueta C: gasolina a partir de enero 2006 y diésel septiembre 2015
  • Etiqueta Eco: híbridos no enchufables, vehículos de gas como GNC o GLP
  • Etiqueta Cero: eléctricos e híbridos enchufables con más de 40 kilómetros de autonomía

Comenzó entonces un movimiento de conductores que obligó a reconocer su error a la DGT para que permitiera rectificaciones en su clasificación, esto haría que muchos coches sin etiqueta optaran a tenerla o muchos B pasaran a C.

Paga el propietario

Eso sí, se trata de un trámite que puede costar hasta 150 euros y que debe asumir el propietario, cuando lo razonable hubiera sido que la DGT hubiera aplicado criterios de emisiones reales de los automóviles, disponibles en la ficha técnica de los mismos en muchos casos, tan sencillo como aplicar las normas Euro que cumple cada vehículo en función de sus emisiones reales.

Clasificación etiquetas normas según emisiones

  • Etiqueta C: los diésel deben cumplir con la norma Euro 6 y los de gasolina las normas Euro 4, Euro 5 y Euro 6
  • Etiqueta B: diésel que cumplen con la Euro 4 y Euro 5 y gasolina que cumplen con la norma Euro 3
  • Sin Etiqueta: la mitad del parque nacional, unos 16 millones de coches que no estaría en ninguno de los grupos

Ahora son miles de conductores los que han iniciado el proceso establecido por tráfico para que los coches mejoren su etiqueta medioambiental. Para ello el procedimiento obliga al propietario a pedir un certificado de emisiones al fabricante en uno de sus concesionarios, un trámite que puede costar entre 100 y 150 euros.

La ficha técnica recoge la norma Euro que cumple un coche

La ficha técnica recoge la norma Euro que cumple un coche

Con este certificado hay que pagar una tasa de tráfico de 8,50 euros que permite el reetiquetado del vehículo una vez realizadas las comprobaciones pertinentes.

Un error más de un sistema de etiquetas muy poco preciso en el que hay coches de 600 caballos con etiqueta Eco y muy poco neutros en materia medioambiental mientras que nadie acaba de creerse que los híbridos enchufables circulen en modo eléctrico todo el día y sean realmente etiqueta Cero.

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