La gasolina y el gasóleo se distingue en las gasolineras por el código de colores

La gasolina y el gasóleo se distingue en las gasolineras por el código de colores

Práctico

¿Es bueno echar un poco de gasolina a los coches diésel de vez en cuando?

Se trata de una costumbre relativamente extendida entre algunos conductores que todavía se escucha con frecuencia

A día de hoy la prueba de emisiones de las ITV se ha convertido en una verdadera prueba de fuego para los automóviles. De un suspenso en este test de humos depende el futuro de muchos vehículos, que directamente pueden acabar en el desguace.

Tras un suspenso, es habitual que el técnico recomiende al propietario del vehículo que cuando vuelva a pasar la ITV procure apurar las marchas del coche de camino al centro de inspección, para tratar de que se limpien tanto los inyectores como los elementos del escape que normalmente no dejan ‘respirar’ en condiciones al motor y son los responsables de que las emisiones sean más elevadas de lo normal.

Tiene que 'respirar'

Aunque parezca mentira, este sencillo truco suele funcionar. También es habitual escuchar que si echamos un par de litros de gasolina en el depósito de un coche diésel también se reducirán las emisiones contaminantes del motor.

El gasóleo es, hoy por hoy, el combustible más extendido

Si echamos gasolina a un diésel la avería es muy probable

Esta afirmación es mucho más delicada. Genéricamente nunca jamás se debe echar otro combustible a un coche que no sea el recomendado por el fabricante.

Años atrás

Hace años la explicación tenía cierto sentido y era bastante sencilla: la gasolina es un combustible más limpio que el gasóleo, que incluye aceite en su composición, esto hace que al mezclarse con el gasóleo la gasolina ‘limpia’ tanto los inyectores como el propio motor del coche.

Sin dudar de que en algún momento de la evolución del automóvil pudiera tener sentido, la realidad es que hacer esto es una completa barbaridad.

Una fallo en la prueba de humos puede mandar el coche al desguace

La prueba de humos es la más temida de la ITV

Los motores diésel de hace dos décadas hacia acá son extremadamente sensibles, con unos inyectores de alta presión muy sensibles y unos filtros de emisiones que pueden estropearse con facilidad si detectan sustancias para las que no están preparados.

Esto supone que si optamos por esta solución nos exponemos a una avería de consideración, sin dejar de lado que tampoco pasaremos la ITV...

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