Un Tesla Model Y frente a uno de los incendios en Los Ángeles
Seguridad
Por qué los coches eléctricos han contribuido a que los incendios hayan convertido Los Ángeles en un infierno
La segunda ciudad más grande los Estados Unidos lucha desde hace días contra tres de los fuegos más grandes de su historia, una tragedia en la que los coches eléctricos también ha cobrado protagonismo
Este invierno será recordado como uno de los más nefastos de la historia de California, las llamas han convertido Los Ángeles en un verdadero infierno del que no se han librado ni las viviendas y palacetes de los barrios más lujosos del mundo ni las de las exclusivas costa de Malibú.
A día de hoy los bomberos de California, Cal Fire, no hablan de tres focos de incendio, sino de tres incendios independientes que han bautizado como Eaton, Palisades y Auto.
Un infierno en la tierra
Entre los tres han arrasado ya 17.000 hectáreas, 170 kilómetros cuadrados, y han provocado la evacuación de 88.000 personas, algo así como tres veces la isla de Manhattan.
Los cortes de luz iniciales saturaron la red de carga de coches de Los Ángeles
A día de hoy se contabilizan ya 25 muertos y en torno a una treintena de desaparecidos. Como es conocido, Los Ángeles es una de las ciudades del mundo con mayor concentración de coches eléctricos.
Su nueva faceta
Allí hay unos 295.000 vehículos de estas características, lo que ha permitido conocer una vertiente más de estos vehículos: sus complicaciones en mitad de incendios de estas características.
Conforme se formaban los incendios y los bomberos pedían evacuar las poblaciones, los residentes inundaron la red social X con decenas de vídeos en los que mostraban que las electrolineras de la zona estaban desbordadas de gente.
Decenas de vehículos esperando para recargar la batería y poder abandonar la zona tal y como recomendaban las fuerzas de seguridad.
De hecho, en aquel momento los bomberos lanzaron un aviso a las poblaciones cercanas para que los residentes se ocuparan de tener los depósitos de los coches de combustible llenos y las baterías de los eléctricos cargadas.
Hacen falta protocolos
Pero lo que se están encontrando los bomberos en las zonas en las que las llamas han sido extinguidas es casi peor, miles de coches eléctricos achicharrados en mitad de la calle que no hay manera de mover.
Por un lado son extremadamente pesados y necesitan grúas especiales. Y, por el otro, hay riesgo de contaminación química por los productos que llevan en la batería.
Los coches eléctricos y los normales se confunden en calles y aparcamientos
Hace solo unos días que los bomberos pedían a los propietarios de los coches que, si los abandonaban, dejaran las llaves puestas para poder moverlos con facilidad llegado el momento, sin necesidad de movilizar grúas.
Las llaves mejor puestas
Tal son las cosas ahora que el cuerpo de bomberos de Los Ángeles ha hecho otro llamamiento a los particulares para que, ante un coche eléctrico quemado, no traten de moverlo ni nada parecido: simplemente que llamen a las autoridades, que se encargarán de neutralizar el riesgo que suponen por los citados componentes químicos de la batería que pueden provocar gases tóxicos o escapes peligrosos.
Bulldozer moviendo los coches abandonados para liberar las calles
Los bomberos han explicado que esta experiencia que están viviendo será clave para crear protocolos de actuación para los coches eléctricos en situaciones similares que puedan producirse en un futuro.
