Estado en el que quedó el Audi A3 de los jóvenes tras la caída de 200 metros

Estado en el que quedó el Audi A3 de los jóvenes tras la caída de 200 metros

Accidente Cantabria

Un A3 con ruedas lisas, hielo negro, una carretera infame y un conductor novato: la trampa que ha segado cuatro vidas

Nadie sabe explicar qué hacían ocho jóvenes en dos coche en el Puerto de la Portilla en mitad de la noche, una carretera maldita que los vecinos de la zona esquivan siempre que pueden

Eran poco más de las 10 de la noche cuando el iPhone de una de las ocupantes del Audi A3 de 2018 lanzaba una señal automática de emergencia al 112.

Lo que comenzaba como un fin de semana de ocho amigos madrileños en Cantabria terminaba abruptamente el sábado a primera hora de la noche de la peor manera posible.

Llamada de emergencia

Emergencias Cantabria movilizaba inmediatamente todos los medios disponibles en dirección al kilómetro 2 de una de las peores carreteras de España.

Los servicios de emergencia no pudieron rescatar los cadáveres hasta las 6 de la mañana

Los servicios de emergencia no pudieron rescatar los cadáveres hasta las 6 de la mañana

En el término municipal de Soba al que pertenece esta carretera, todos saben que la CA-643 es una carretera maldita, un paso de montaña que une Cantabria con Burgos. Un hilo de asfalto sobre el macizo montañoso cántabro en el que apenas caben las cuatro ruedas de un coche

No cabe un coche

Una carretera montañosa de 30 kilómetros que transita a casi 1.400 metros de altitud con curvas cerradas y sin protecciones ni quitamiedos.

Una carretera al infierno que el propio alcalde de Soba había pedido cerrar en alguna ocasión, pues realmente no va a ningún sitio. Se trata de un paraje paradisíaco desde el que descubrir toda la inmensidad del macizo cántabro, pero sin red de salvamento, pues los pocos quitamiedos que hay están arrancados en una carretera en la que parece haberse detenido el tiempo hace un siglo.

Asfalto roto y lleno de grava que además acumulaba dos metros de nieves en los laterales tras las recientes tormentas. Una fina capa de nieve en la calzada según recogen los servicios de emergencia que podría esconder debajo una finísima capa de hielo negro, el más temido por los expertos en montaña porque no se ve.

Hace dos años moría un conductor en su todoterreno en la misma carretera

Hace dos años moría un conductor en su todoterreno en la misma carretera

El parte de emergencias habla de un coche con 8 años, un Audi A3 de 2017 con las ruedas lisas, el único ingrediente que faltaba en una noche maldita que segó la vida de los cuatro madrileños de 20 y 21 años.

Un rescate infernal

Un rescate infernal en el que trabajaron decenas de operarios y Guardias Civiles hasta que a las 6 de la madrugada pudieron rescatar los cuatro cuerpos de los jóvenes fallecidos, se los había tragado la montaña tras una caída de 300 metros en la que el vehículo había dado numerosas vueltas de tonel.

Las vueltas de tonel son las que da el coche en sentido lateral mientras el vehículo caía por la ladera de la montaña, mientras que las vueltas de campana son en sentido longitudinal. En este caso parece que dio de ambos tipos, casi 300 metros de caída dan para mucho.

Imagen de la paradisíaca carretera

Imagen de la paradisíaca carretera

Una carretera maldita y sin mantenimiento que debería haber estado cerrada al tráfico, sobre todo en la noche de lobos del sábado, tras nevadas y con una temperatura extremadamente baja que facilita la formación de hielo en la calzada. Los testigos hablan de una fina capa de nieve en la calzada, una capa que normalmente oculta hielo debajo, que en este caso pudo convertirse en mortal acompañado del frío cántabro helador.

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