Industria
El incierto mensaje de Pedro Sánchez sobre las inversiones de Stellantis en España tras la salida de Tavares
La salida de Carlos Tavares de Stellantis, que apostaba abiertamente por España, abre un período de incertidumbre por el futuro de las tres factorías que la marca mantiene en nuestro país
El pasado 25 de noviembre Pedro Sánchez se reunía con Carlos Tavares, entonces máximo responsable ejecutivo del grupo Stellantis, no se trataba de una mera reunión formal, sino que ambos abordaron el futuro de las tres fábricas que la multinacional tiene en España así como las inversiones en Zaragoza para la puesta en pie de una gigafactoría de baterías.
Se habla de unos 4.000 millones de euros en inversiones, a lo que habría que sumar retos como la asignación de un nuevo modelo para la planta de Villaverde, que en 2027 dejaría de fabricar el C4.
La reunión con Tavares
Entonces el propio Tavares reconoció que los más de 350 millones de euros prometidos al grupo por los Perte junto a la excelente competitividad de las plantas españolas, entre las mejores del mundo, eran más que suficientes para la puesta en marcha de todos los proyectos, aunque para la planta de baterías faltaba el visto bueno de sus socios chinos.
El propio Pedro Sánchez publicaba en su perfil en X, antes Twitter, la reunión mantenida con el directivo portugués y el «impulso que suponía para el vehículo eléctrico» en España.
Los planes sin Tavares
Nadie contaba con que apenas 72 horas después Tavares presentaría su dimisión dejando en el aire prácticamente todo, un tema muy importante para España si tenemos en cuenta que solo las tres plantas del grupo generan más de 12.000 puestos de trabajo directos.
Tras meses de enfrentamiento entre la presidenta italiana Meloni y el director general de Stellantis por reducir la carga de trabajo en las plantas italianas del grupo, parece que finalmente las presiones sobre la facción italiana de Stellantis podrían haber sido el detonante de la situación.
Presiones italianas
De hecho parece ser que John Elkann, presidente y responsable del grupo en la actualidad, habría confirmado personalmente la dimisión de Tavares a Meloni.
Ahora se abre un período de incertidumbre hasta que se confirme si la hoja de ruta que ha dejado escrita Tavares sigue vigente, lo que dejaría en una situación privilegiada a las plantas españolas, algo que la facción italiana podrían intentar cambiar en favor de sus plantas.
Se trata de una posibilidad que el propio Pedro Sánchez ha tratado de cerrar con una publicación en X (antes Twitter) en la que dice haber «transmitido el firme compromiso del Gobierno de España en el apoyo a las inversiones del grupo en nuestro país».
A lo que de nuevo, según la versión del presidente Sánchez, Elkann respondió «reiterando la importancia de España como país clave en la estrategia industrial y de electrificación de la compañía».