Nissan Qashqai  Probamos la nueva generación del coche que dio origen a todos los SUV tal y como los conocemos hoy

Podemos decir que la llegada del Qashqai al mercado en el año 2007 fue un verdadero hito en la historia del automóvil contemporáneo. Aunque ya existían algunos tímidos esbozos del concepto SUV, este coche lo popularizó como tal, dando el pistoletazo de salida a un concepto que con el paso de los años supone ya casi el 60 % del mercado, una tendencia que no tiene pinta de cambiar.

Así es su carrocería

En este caso nos encontramos ante el restyling de la tercera generación del modelo japonés, una evolución que afecta en mayor medida a la estética del coche y al equipamiento y menos a la mecánica, pues mantiene los motores e-power como su principal apuesta.

La carrocería del Qashqai cambia en su imagen sin perder un ápice de funcionalidad. Precisamente el frontal es la parte que más evoluciona, con una nueva parrilla delantera de gran tamaño en la que parecen integrarse los grupos ópticos.

Estrena también tres colores adicionales de carrocería y llantas de nuevo diseño, algunas completamente carenadas, en medidas de 18, 19 y 20 pulgadas.

El cambio de imagen se cierra con una trasera en la que los grupos ópticos mantienen su forma pero cambiar en la cobertura, estrenando nuevas tonalidades que le otorgan un aire más tecnológico.

Así es el interior

Dentro dispone de una pantalla multimedia de 12,3 pulgadas que se combina con una segunda pantalla para el cuadro de instrumentos. En conjunto se han modernizado los gráficos y las grafías y el funcionamiento del sistema resulta ahora más fluido y funcional. Cambios en conjunto acertados que lo actualizan íntegramente.

Lo que no sufre cambios es la habitabilidad del coche, la carrocería, con 4,42 metros de largo, da acceso a un interior con plazas amplias y aprovechables, lo que le permite mantener el espíritu familiar de primeras generaciones. Dispone además un maletero que en las versiones con motor e-power es de 479 litros, 504 litros en el resto.

Así se comporta

La gama está compuesta por tres motores gasolina, dos microhíbridos con etiqueta Eco de 140 y 158 caballos de potencia y esta peculiar versión e-power de 190. Pese a tener un motor gasolina realmente nos movemos gracias a un propulsor eléctrico que está alimentado por una batería que se encarga de cargar constantemente el citado bloque gasolina.

Un conjunto un tanto complejo en su concepción con un buen comportamiento sobre el asfalto. En este caso nos movemos contantemente con el motor eléctrico, lo que le aporta una aceleración excelente y buena agilidad general, aunque en ocasiones el ruido del motor de gasolina no se acompasa de momentos de aceleración, lo que se percibe con cierta extrañeza al volante.

Hay que tener en cuenta que tal y como hemos dicho el motor gasolina se encarga de recargar la batería y no de mover el coche. En materia de consumos el Qashqai se mueve entre 6 y 7 litros de gasto real a los 100 kilómetros, algo razonable si tenemos en cuenta su peso y tamaño.

Está disponible con un precio entre los 31.200 euros de la variante gasolina micro híbrido de acceso y los 47.450 euros de este e-power.