
Oleg Gordievski
Oleg Gordievski (1938-2025)
Protagonizó la mayor defección del KGB en toda la Guerra Fría
Reclutado por el espionaje británico, sus informes incitaron a Thatcher y Reagan a tranquilizar a los soviéticos acerca de un ataque inexistente

Oleg Gordievski
nació el 10 de octubre de 1938 en Moscú y su muerte en Godalming (Reino Unido) fue anunciada el 21 de marzo de 2025, aunque se produjo el 4
Espía del KGB entre 1963 y 1985, ese año se produjo su defección al Reino Unido. Pese a estar condenado a muerte por Rusia, daba conferencias, entrevistas telvisivas y escribía libros.
El 16 de julio de 1985, Oleg Gordievsky activó la Operación Pimlico al pararse frente a una panadería en la avenida Kutuzovsky de Moscú con una bolsa de plástico de unos grandes almacenes. Agentes del MI6, el servicio de contraespionaje británico, le localizaron en el punto de la señal, y uno de ellos percibió el plan de escape al pasar junto al espía ruso con una bolsa verde de otros grandes almacenes y degustando una chocolatina de una conocida marca.
De allí, el todavía jefe de la Oficina del KGB en Londres -estaba en Moscú para ser interrogado por sus superiores- acudió, sin mayores dificultades, a un punto de encuentro acordado cerca de la frontera soviético-finlandesa, donde fue recogido por otros agentes de inteligencia británicos, escondido en el maletero de un coche y llevado clandestinamente a través de la frontera. Allí lo recibió un equipo de agentes de inteligencia británicos y daneses, quienes lo llevaron para siempre a Gran Bretaña. La defección hacía el Oeste durante la Guerra Fría del agente de la KGB de más alto rango acababa de consumarse. Los británicos, por su parte, se habían cobrado su venganza por las defecciones, décadas antes, de Kim Philby o la traición, más reciente de Anthony Blunt. Y la lista no es exhaustiva.
Gordievsky había nacido en Moscú en 1938. Su padre, Anton, era un oficial altamente comprometido de la NKVD, precursora de la KGB, y un entusiasta partidario de las purgas de Stalin, pero su madre, Olga, estadística, le insinuó en privado a Oleg que despreciaba el comunismo soviético. Fue el inicio del escepticismo de Gordiewski hacia el sistema de la hoz y el martillo, aunque tardaría aún años en materializarse. Mientras, su hermano mayor, Vasily, se labraba una carrera en la KGB, Oleg estudiaba en el prestigioso Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú.
Posteriormente se incorporó al servicio exterior ruso y fue destinado a Berlín Oriental en 1961, justo cuando se construía el muro. Aceptó una invitación para unirse a la KGB en 1963 y fue destinado a Copenhague. Tras su segundo período allí, cuando fue reclutado por el MI6, regresó en 1978 a Moscú, donde se dedicó a perfeccionar su inglés y a aprender sobre la política británica. Ayudado por la escasez de expertos británicos de la KGB, fue recompensado en 1982 con un destino a Londres.En Londres, Gordievsky se reunía regularmente con sus contactos del MI6 en una casa segura en Bayswater. A la primera ministra Margaret Thatcher le hablaron de él, pero ella solo conocía su identidad como «Sr. Collins». Los oficiales del MI6 le pasaban información engañosa -fragmentos de inteligencia de baja calidad- para que desde de Moscú estuvieran contento con su trabajo. Él, para corresponder, penetró sectores enteros de la élite -principalmente progresista- británica para detectar potenciales agentes soviéticos en su seno.
Mas el favor más importante que hizo se produjo al más alto nivel: en noviembre de 1983, los líderes soviéticos, en pánico, interpretaron erróneamente unas maniobras a gran escala de la Otan, de nombre Able Archer, como preparativos para un ataque real. Los informes de Gordievsky sobre esta creciente paranoia incitaron a Thatcher y al presidente norteamericano Ronald Reagan a tranquilizar discretamente a los rusos. El premio que recibió Gordievsky tuvo que esperar casi un cuarto de siglo, pero su entrega fue de lo más solemne: en 2007, Isabel II le impuso las insignias de la encomienda de la Orden de San Miguel y San Jorge en el palacio de Buckingham. El único espía extranjero en ser distinguido de aquella manera.