Reyes y reinas magos y magas
No sabemos a qué espera el Gobierno feminista y polisexual para poner coto a este abuso hetero-patriarcal de las cabalgatas
Cada año lo mismo. Tres gachós de testa coronada, subidos a carrozas ornamentales, que recorren las calles de todas las capitales de España aclamados por las multitudes y encandilando a los niños. Para colmo, el móvil de todo ello es una celebración cristiana. ¿Qué está pasando? ¿Dónde está nuestro Gobierno feminista-trans-polisexual y laico? ¿A qué espera Peter para poner coto a este abuso hetero-patriarcal?
Existe además una segunda parte del problema, no menos grave. Algunos padres «de derecha y ultraderecha» -que diría Mi Persona-, de esos que todavía no se han enterado de que sus hijos no les pertenecen a ellos, sino al Estado, por lo visto se dedican a regalar a la nena y al nene de la casa obsequios de corte diferente, acordes a los libérrimos gustos de cada cual. Informes de la UCO y el CNI encargados por Bolaños han detectado pisos donde se ha visto al crío con un pistolón láser y a la cría con una Barbie. Uff. Es Franco, que sigue vivo. No hay manera de acabar con él.
Irene está desaparecida desde el pasado 28 de diciembre. Ha decidido evaporarse cuando sufrimos récords de violencia contra las mujeres y cuando son ya más de 130 los agresores sexuales beneficiados por su burramia jurídica con la ley del «solo sí es sí». ¡Once días de vacaciones navideñas! Nueva lección de dedicación y productividad de la ministra con menos agenda del Gobierno (antes la igualaba el supremo gandul, su pareja y mentor, Iglesias Turrión, que todavía curraba menos que ella).
Esperemos que el lunes, cuando retorne a su despacho en el Ministerio Chupi-Arcoíris, la ministra convoque una reunión de urgencia con la secretaria de Estado, Pam, y con la agresora de policías y asesora especial enchufada, Isa. Hay que tomar medidas. Urge una «Ley de Reyes y Reinas magos y magas», que regule las cabalgatas de Navidad. Habrá que aplicar también la flamante Ley de Bienestar animal, a ver qué pasa con los camellos (y camellas). Las cabalgatas deberán tener «perspectiva de género», con «pajes, pajas y pajos», dando también cabida al colectivo trans.
Ahora que estamos ya inmersas e inmersos en un «horizonte republicano», como proclaman los ministros y ministras de Podemos, tampoco parece muy lógico hablar de Reyes Magos. En las próximas Navidades podrían pasar a ser tres presidentes de la II República: Alcalá-Zamora, Azaña y Martínez Barrio. Resultaría más acorde a la Ley de Memoria. Por supuesto, Cataluña y el País Vasco contarán por ley con sus propios papa noeles identitarios y quedarán prohibidos en sus territorios los Reyes Magos, tradición que suena demasiado española.
En cuanto a lo de los juguetes sexistas, Pam ya debería estar escribiendo el borrador de una «Ley de Igualdad en el Ocio de las Niñas, Niños y Niñes», con penas de cárcel para los padres franquistas que perpetúan los «juguetes sexistas». Inspirándonos en los éxitos de los talibanes, no estaría de más una Policía Doméstica de Género, con Tito Garzón al frente, así le damos algo que hacer, que indague qué está pasando en el seno de los hogares desviacionistas.
(PD: Y si todo lo anterior les parece la sátira burda de un imposible, pues piensen medio minuto en todos los hechos surrealistas que han acabado ocurriendo en la psicodélica y psicotrópica España de los últimos cuatro años. En resumen: en nombre del sentido común, hay que echarlos).