Europa marca el camino

España afronta este 23 de julio unas elecciones generales decisivas para su futuro. Cuatro años más de un gobierno de Pedro Sánchez sustentado por independentistas y proetarras sería demasiado duro para nuestros intereses y también para los de Europa.

En Bruselas lo saben. Aunque Sánchez no es tratado con rechazo en las instituciones europeas, sí tienen recelos con los aliados en los que se ha apoyado estos últimos cuatro años. Ya lo dejó claro Von der Leyen cuando estuvo en Madrid: no le gustan los extremos y, aunque Sánchez se apropió esas declaraciones para atacar a Vox, la presidenta de la Comisión Europea también hablaba de Podemos, ahora camuflado dentro de Sumar.

A lo largo de la campaña electoral, Europa ha mandado mensajes claros a los votantes. Ni mucho menos quería influir en el resultado del 23-J pero en estas últimas dos semanas, Bruselas ha abierto dos expedientes a España, le ha dado otro aviso y ha desmentido el repetido mantra de Sánchez de que su compromiso con los peajes en las carreteras era un bulo.

Por mucho que Sánchez mintiera una y otra vez con el tema, el 1 de enero de 2024 habrá que pagar aún más por conducir. Así lo firmó el Gobierno con Europa, bajo el principio de 'quien contamina, paga' y así será salvo que renegocie lo acordado. Eso sí, para entonces Moncloa tendrá otro ocupante y quedará en el relato que fue el PP quien impuso los peajes en las carreteras, por mucho que fuera el PSOE el que se comprometiera con Bruselas.

En eso se resumen estos últimos cuatro años de Sánchez y así será el relato que cuenten los socialistas los próximos cuatro. Lo bueno que ha pasado ha sido gracias a ellos y lo malo ha sido por culpa de Europa, por la herencia de Rajoy o por la falta de colaboración del PP. A partir del 23-J, la historia dirá lo mismo pero a la inversa.

Eso si los españoles se deciden este domingo a cambiar de Gobierno y a decirle a Sánchez que ya ha negociado suficiente con nuestro futuro. Por el momento, Europa ha marcado el camino.