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Al bate y sin guanteZoé Valdés

Por la confiada mirada de Enzo

Sirva esta tribuna, aunque sea sólo para que en el mundo la gente sepa que has existido, que por ti nadie ha salido a las calles a vociferar consignas ni a romper y destrozar establecimientos comerciales

Actualizada 01:30

Enzo, catorce años, apuñalado en el corazón, mientras caminaba por una calle de La Haye-Malherbe, en Francia. ¿Motivo? Una mirada suya que no agradó a su agresor.

Desde el sábado 22 de julio, la gente de la localidad de La Haye-Malherbe (Eure) se notaba aturdida. Allí todos se conocen. Es la razón por la que la muerte de Enzo, un adolescente de 15 años apuñalado por otro joven de la misma edad creó tensión y revuelo. Todos quieren rendirle homenaje. Empezando por sus amigos. Uno de ellos dice que compartían una pasión común por el motociclismo. Ese mismo amigo testifica en el video TF1 de las 8 p.m. «Siempre ha sido un amigo muy cercano. Siempre ha estado ahí para nosotros, siempre ha hecho lo mejor que podía. Era una persona realmente excepcional. Y luego, se fue demasiado pronto. Nunca debería haber sucedido, especialmente a él», lamentó.

La escena tuvo lugar el sábado 22 de julio al final de la tarde en un tranquilo callejón sin salida, justo detrás del ayuntamiento. Era todavía de día cuando Enzo y sus amigos se cruzaron con dos adolescentes de 15 y 16 años. Según los gendarmes, un intercambio de miradas desencadenó el altercado entre los jóvenes. Enzo fue apuñalado en el pecho. Malherido, logró llegar a la estación de bomberos 100 metros más allá. «Enzo se cayó, y ahí fue donde la madre y su pareja hicieron todo lo posible por reanimarlo para mantenerlo con vida», detalló Serge Marais, alcalde de La Haye-Malherbe.

Pese a los intentos de reanimación, el adolescente sucumbió minutos después. «No nos lo imaginábamos. Finalmente, no hay palabras para expresar esta desgracia», prosigue el concejal. El alcalde, como los 1.500 ciudadanos del pueblo, se sienten atribulados. «Estamos muy sorprendidos porque no pensamos que en un pueblo pequeño como este pueda pasar», dijo un jubilado. Mientras que un comerciante afirma que «los jóvenes aquí se llevan muy bien». «Cada vez que los vemos están sonriendo. Van a jugar al fútbol en el estadio. Un pueblo pequeño, tranquilo y acogedor», concluye.

Lo cierto es que Enzo no se fue a ninguna parte, como expresó su amigo en medio de la tristeza, sino que fue enviado al muere con un navajazo en el pecho que le partió el corazón en dos.

Claro, cómo no, hubo 'marcha blanca' pacífica con rosas blancas en el pueblo, su madre lloró decentemente, como hacen las madres cuando les asesinan a un hijo. Y poco más.

No hubo minuto de silencio alguno en la Asamblea Nacional, como sí lo hubo por Nahel, el joven disparado hace unas semanas por un policía, que desestabilizó a medio mundo, ni el presidente francés Emmanuel Macron pronunció palabras en honor de su origen o de su entorno familiar, ni la ONU siquiera se enteró, tampoco Mbappé ni el resto tuitearon ni lloriquearon nada acerca de «sa (ma) France», ni se mencionó la breve vida de Enzo sin ningún tipo de sombra delincuencial ni de historia policial que lo condenara o lo señalara como posible piltrafa social. Nada, sólo un joven que caminaba apaciblemente por una calle de su barrio junto a sus amigos, que tuvo la «mala suerte» de mirar de frente a otra persona: su asesino.

¿Qué se pudiera decir entonces acerca de Enzo, según las intervenciones del presidente francés como cuando sucedió la tragedia de Nahel al ser disparado y ultimado por un policía? Rien, nada, cero. Con lo cual, al parecer, mejor borrar a Enzo, quizás hasta negarlo. Pasemos a otra cosa, tal vez pensarán. Su cadáver no les será útil esta vez.

¿Habría que reprocharle a la madre no haberle enseñado a su hijo a bajar la cabeza cuando reparara en alguien que se la acercara con extrañas intenciones y que, para colmo, por el contrario, se atreviera a inculcarle a levantar la vista de manera natural, o quizás solo a cruzar y evadir su mirada de la del otro?

¿Habría también que recriminar a su familia el hecho de que Enzo con un color de piel determinado, en este caso blanco, además no poseyera un expediente cargado de antecedentes penales? O sea, pas intéressant, banal a los ojos de los políticos de uno u otro bando, pero sobre todo del bando de la izquierda, que no puede en este caso en específico apoderarse de su muerte y utilizarla para hacerse harta publicidad de luchadores antirracistas, pro 'inmigrantes', y tal…

Enzo, sirva esta tribuna, aunque sea sólo para que en el mundo la gente sepa que has existido, que por ti nadie ha salido a las calles a vociferar consignas ni a romper y destrozar establecimientos comerciales, hospitales, escuelas, ni a quemar farmacias. Sólo silencio, un silencio que a lo mejor debiéramos empezar a aprender a agradecer, sobre todo en los tiempos que corren, como símbolo de justicia y honor.

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