La izquierda que llama fascista peligroso a Trump

La comunista Ione Belarra llamó «fascista peligroso» a Trump hasta dos veces en el Congreso este pasado miércoles. Lo que, además de dar una idea del nivel de nuestra extrema izquierda, muestra la gran mentira que se ha montado alrededor del nuevo papel de Europa en su seguridad y defensa. Con la otra parte de la extrema izquierda, Sumar, un poco más elegante en sus expresiones, su portavoz de Exteriores, Santos Maraver, tiene otro nivel intelectual, pero defendiendo la misma posición, la crítica a Trump unida a la oposición frontal a que Europa asuma sus responsabilidades. Y con un Partido Socialista que lanza frases grandilocuentes sobre el momento histórico que vivimos y las responsabilidades de Trump, mientras ignora el rechazo de la mitad de su Gobierno y de sus socios a poner un solo euro español, y mucho menos un soldado, en la defensa europea.

El ministro Albares hasta tuvo el descaro de afirmar en el Congreso que «o se está con Europa o con quien quiere debilitarla, o se está con la democracia o se está con los autoritarios y la extrema derecha», negando así que quienes no están con Europa son sus socios. Ni una sola palabra de esa oposición de toda la extrema izquierda al aumento del gasto en defensa. Y menos aún de Pedro Sánchez en su ronda con los partidos políticos, en la que no solo no estuvo con la democracia con su veto a Vox, sino que reafirmó su intención autoritaria de no debatir en el Parlamento el aumento del gasto en defensa. Y para rematar el gran paripé, puso al ministro de Exteriores y no a la de Defensa a valorar las reuniones con los partidos, precisamente para no hablar de defensa, de esa defensa a la que se oponen todos sus socios.

Y el contexto más amplio de todo esto es una opinión pública europea muy dispuesta a tildar a Trump de peligro para la seguridad europea, pero muy poco dispuesta a aumentar el compromiso europeo con su defensa. Según la última encuesta de You Gov en Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y España publicada hace unos días, una gran mayoría cree que Trump es una grave amenaza para la paz y seguridad europeas, hasta el 75 % en el caso de España. Ahora bien, solo un 18 % de españoles, un 17 % de franceses, un 9 % de italianos y un 24 % de británicos es favorable a aumentar la ayuda a Ucrania. Y cuando se pregunta por el aumento del gasto en defensa, solo una minoría, sobre todo en España e Italia, está dispuesta a recortes en otros servicios, a más impuestos o a más deuda para cubrir ese aumento de gasto en defensa. Es decir, a hacer lo que Estados Unidos ya no quiere hacer por nuestra defensa.

Y cuando se analizan esas posiciones en relación al voto e ideología, se constata lo obvio, que es la izquierda la más opuesta al aumento del gasto en defensa. O, como diría Albares, es la más opuesta a estar con Europa y con la democracia. Porque ellos están con lo que llamó Sumar «un modelo europeo de seguridad y defensa progresista». Es decir, que pague Trump, mientras Europa se ocupa de su Estado del bienestar. En ese contexto, mejor no lo debatamos en el Congreso, dice Sánchez, que ni yo voy a ser capaz de vender esta gran mentira que hemos montado nosotros los progresistas.